Saludos a todos los steemitas del mundo. Hoy me uno al reto de contarles una historia basada en imágenes que capté con mi telefóno celular. A esta la he titulado.

En la urbanización "Las Acacias" vivían muchos profesionales. Todos habían construido sus casas con porches, estacionamientos y fachadas, cubiertas de cerámicas, que parecían tumbas de cementerio. Solo una casa estaba intacta a como la habían entregado. Allí vivía Sofía con su mamá; una joven de 22 años. Hija de la profesora Matilde, quien disfrutó poco de su casa propia en "Las Acacias", porque la noticia de que Yuri, la madre de Sofía, había salido embarazada con solo 14 años la llevó a la muerte.

Fue así como Yuri se quedó sola en la casa de su mamá Matilde. Los vecinos se condolían de ella, porque estaba embarazada, con 14 años, y huérfana. Fue así como idearon hacerse un horario entre todos para pasarle el desayuno, el almuerzo y la cena. Pero, las señoras de la urbanización, le habían prohibido a sus hijas establecer amistad con Yuri.

Yuri no sabía hacer nada, porque la profesora Matilde la había criado como la reina de la casa. Mientras estaba embarazada, se puso tan flaca que parecía una adolescente con barriga lombricienta.

Cuando se cumplieron los nueve meses de embarazo, Yuri comenzó a tener contracciones y no encontraba a quién llamar. Ella se había encerrado en su casa; y solo de vez en cuando se asomaba a la ventana. Como pudo se levantó de la cama, con su bata transparente, y gritó, en tono bajo: "Ayúdenme, por favor". Una fuente indetenible de agua bermeja corría por sus piernas. El dolor arremetió con fuerza, y se oyó en "Las Acacias" la frase: "Ayúdenme, carajo, que estoy pariendo".

Los vecinos de las casas cercanas corrieron a ayudar a Yuri. Y fue así como nació Sofía. Una muchachita hermosa, pero rebelde. Aprendió a sobrevivir pidiendo comida de casa en casa; lo que encontraba se lo llevaba a Yuri, quien había decidido no salir más a la calle.

Los vecinos comenzaron a sentirse intimidados por Sofía, porque se había convertido en una "mala hierba para sus hijos y nietos". Ella tenía el "don" de sonsacar al más tímido; y los mandaba a hacer travesuras: "Róbale a tu mamá un poco de pan que no he comido nada hoy" "Rompe las matas de la señora Florentina, que esa vieja nunca me da nada" "Toca el timbre de casa de Salinas para que se despierte"; eran los mandatos de Sofía a sus amiguitos.

Un día llevaron unas máquinas para asfaltar la urbanización; y Sofía se montaba en ellas para jugar, a pesar de que le decían que no lo hiciera.