Mi mamá era una niña cuando su madre se la "prestó" a su madrina para que la tuviera en su casa y la ayudara a hacer los oficios de hogar. Desde los siete años, mi mamá que se llamaba Hilaria, pero todo el mundo la llamaba Yayita, aprendió a lavar, a limpiar y a cocinar muy bien. Su madrina era una señora de muchos recursos económicos; estaba casada con un italiano, venido a Carúpano, y no tenía hijos. De modo que mi abuela habló con su comadre para que Yayita la ayudara a cambio de educación y comida. Esto era muy común en la época.

Mamá amaba cantar, desde niña fue así. Y ella contaba que cada vez que se ponía a hacer los oficios parecía un radio loco. Su madrina la escuchaba y la animaba para que cantara más.

Cuenta mamá que los fines de semana llegaban los amigos del esposo de su madrina a visitarlo y se ponía a escuchar canciones que mamá se aprendía en un "santiamén". No sé si saben, pero a la perilla que está en la foto se le daba vuelta para que el disco girara y sonara.

Mamá adoraba esta pieza de la casa de su madrina. Cuando ella creció y decidió regresar a la casa de su mamá. La madrina le dijo que escogiera algo que le gustara para regalárselo, y ella corrió hacia la victrola.

Desde ese tiempo la victrola siempre acompañó a mi mamá hasta el día de su muerte. Era la victrola de mamá, pero también la de la madrina, a quien mamá tanto admiró. Yo la tengo y la cuido, aunque ya no funciona. El disco que tiene no es del equipo, ya que los originales eran discos más pequeños.

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