Lunes de Escritura / Steem Venezuela 05/04/2021 / ¡Un Amigo Agradecido! / por @sir-lionel

Hace algunos días, durante la última semana de flexibilización que tuvimos en Venezuela, mientras me encontraba en una parada de autobús, esperando algún transporte para regresar a mi casa, se me acercó un señor bastante mayor.

—Cónchale amigo, me da mucha pena, pero ¿usted podrá ayudarme con algo para pagar el pasaje? —me preguntó.

El señor me parecía conocido, su forma de vestir y el sombrero, me hizo recordar a la gente del campo donde nací.

—Claro que sí mi amigo—le respondí inmediatamente—¿hacia dónde va usted?.

—Voy hacia la floresta, lo que pasa es que vine al banco a ver si me daban algo de efectivo, pero no hay nada.

—Qué casualidad yo también voy para esos lados, nos podemos ir juntos —le comenté

Nos montamos en un autobús y al rato estábamos cerca de la parada que me correspondía.

—Yo me quedo por aquí —le dije al señor.

—Yo sigo un poco más adelante, muchas gracias amigo —me respondió.

Pagué los dos pasajes, bajé del autobús y terminé de llegar caminando hasta la casa.

Pasaron quince días hasta del día de ayer, que escuché a alguien en la puerta.

—Buenas, Buenos días —llamaban repetidamente.

Cuando salí me encontré con el mismo señor, parado frente a la reja, con un saco a su lado.

—Hola amigo, ¿Cómo está usted? —le pregunté.

—Muy bien, muy bien, por aquí le traje una cosita —me dijo, sacando unos cuantos plátanos del saco.

—Caramba, y ¿como hizo para encontrarme?.

—Yo siempre paso por aquí, tengo una hija que vive al final de esta calle.

Entonces fue cuando recordé, que a ese señor, algunas veces lo había visto pasar por mi calle, con ese mismo saco en el hombro.

—Pero a pesar de la edad, usted tiene muy buena memoria —le comenté.

—No hombre, no crea, a veces se me van las ideas, pero lo que nunca se me olvida, es cuando alguien hace algo bueno por mí, me gusta ser agradecido con la gente.

—Y ¿Cómo se llama usted? —le pregunté

—Mi nombre es Emeterio, Emeterio González —me respondió mientras se echaba el saco al hombro.

Emeterio siguió su camino rumbo al final de la calle, lo ví alejarse caminando muy despacito, con su saco en el hombro, dejándome sus dos regalos, los plátanos y una hermosa lección de gratitud.

Quiero expresar mi agradecimiento a la comunidad Steem Venezuela por este espacio de participación y la oportunidad de compartir con ustedes.

Gracias por leer.

¡Hasta la próxima!