Hoy quiero hablarle de mi Trabajador Ejemplar y digno de imitar, es una persona que después de prestar su servicio militar obligatorio (en este tiempo lo era así), y realizar un curso para ser Policía Marítimo ante el Ministerio de en Infraestructura, en la División Marítima, comenzó su vida laboral, el cual lleva cuarenta (40) años de ejercicio público y aún en la espera de su jubilación, pero ni su edad, ni su tiempo de servicio cumplido, ante la administración pública en Venezuela le impiden seguir ejerciendo sus funciones como Inspector de la Policía Marítima ante el Instituto Nacional de los Espacios Acuáticos (INEA).

Pero, les cuento que este personaje es mi papá Rafael Y. Romero B., que desde recuerdo siempre ha trabajado en el mismo lugar y yo me dije que nunca iba a seguir sus pasos y trabajaría en ese lugar, por esta razón; que por causa de su trabajo, de realizar guardias, cubrir vacaciones en otras partes de nuestra nación nunca pasamos navidades y cumpleaños juntos, pero siempre nos las ingeniamos para celebrar con él, todos íbamos a su trabajo a compartir, celebrar un fin de año a su lado era un espectáculo.

No obstante, a pesar de mi promesa termine trabajando en el mismo lugar que él, por 11 años, 4 meses y 11 días… Sin contar los años de voluntariado "que locura", aquí pasaron muchas cosas, pero la historia no es de mi, sino de mi personaje ejemplar… Pero para continuar hablando de mi digno trabajador, siempre me motivó a superar los obstáculos, adversidades y a nunca poner mi mirada en los problemas que pueda estar atravesando en lo laboral.

Y como he aprendido de él, los jefes pasan pero el personal permanece.

_{imagen propia de mi archivo personal}

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@pastorjosuer

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