OH TANNEMBAUM, OH TANNEMBAUM! (Cuento original) by @palabreador

       Un coro distante dejaba escuchar al villancico, mientras en una calle contigua a la iglesia, los gritos de una mujer hacían un marcado contraste con la paz de aquella canción. El frío de la noche distaba mucho del calor de la discusión que hasta hace pocos minutos, Walter sostenía en su casa con Frida, su esposa desde hacía 21 años.

      Ya en su vehículo, Walter metió la llave en el encendido con la firme intención de irse. La víspera de la Navidad no sería freno para su decisión. Desde la calle, Frida lanzaba ardientes amenazas contra el hombre, quien parecía sordo, como en otro mundo. El motor del vehículo encendió al primer intento, cosa que Walter agradeció mirando hacia arriba. Puso la primera velocidad mientras iba soltando lentamente el clutch del viejo auto. Miró por el retrovisor a la mujer, quien destemplada, no paraba de proferir insultos contra él. En su mano derecha, arrugado, un papel escrito con la inequívoca letra de Frida, en tinta negra, era la prueba con la que había descubierto el engaño.

      Cinco años de sospechas, fueron convertidos en evidencia esa noche con ese pequeño papel. “Mi amor por ti es absoluto, pero no puedo dejar a Walter”. Frida había confesado. Las ruedas del auto comenzaron a moverse muy lentamente. El hombre, con una calma sorprendente, miró por el retrovisor su silueta por última vez. El auto llegó a la esquina y cruzó a la izquierda. Treinta minutos después, estacionaba en otra calle y en otra casa. Elinor, la amante de Walter durante 15 años, abrió la puerta para recibirlo con un cálido abrazo. En otra iglesia, cercana, otro coro cantaba…