Viernes de Psicología 21-01-2022 / Trastorno pasivo-agresivo / Por @paholags / #Club5050

  Una de las formas existentes para detectar si una persona tiene el trastorno pasivo-agresivo, es cuando no quiere asistir a un evento que fue invitado pero se compromete a ir, no obstante, demora tanto arreglándose que cuando termina, el evento está por culmina.

  El trastorno pasivo-agresivo también es conocido como trastorno de personalidad negativista o, agresividad silenciosa y este problema, es más común de lo que podemos llegar a pensar. No obstante, a pesar de lo común que es, no se detecta muy fácil porque las personas que lo padecen son muy esquivas, por tal razón, pasan desapercibidas entre sus amistades y familiares.

¿De qué manera actúan las personas con el trastorno pasivo-agresivo?

  Tienden a ser personas que se resisten a las invitaciones que le hacen y esta particularidad es la clave principal para conocerlos; ellos son de actitud pasiva cuando están frente a las obligaciones de carácter esencial y razonables que tienen el deber ser de cumplir o asumir durante el día.

  El entendimiento con las personas que tienen este trastorno es muy complicado porque a ellos no les gusta asumir responsabilidades. Bajo la excusa de olvidar algo que debían hacer, se excusan para no asumirlo. Otra cosa que suelen hacer es colocar una responsabilidad en el último lugar de todas las actividades diarias que debían hacer. En pocas palabras, el desinterés que tienen es extremadamente exacerbado.

  Este trastorno lleva a la persona que lo padece a ser muy exigente, dependiente, teme estar solo y carece de confianza en sí mismo. Ellos son personas con características típicas de los doble cara porque viven en dos polos completamente extremos y esta actitud hace que las personas a su alrededor se confunda.

  Ellos manipulan con facilidad, todo lo ven de manera negativa y guardan un resentimiento en su corazón. Ampliando más las características de una persona pasivo-agresiva podemos destacar que, tampoco tienen la facultad de concebir la autocrítica y no sienten algún tipo de culpa a pesar de saber que hicieron algo incorrecto. Estas personas siempre se van a justificar por todos los actos que tienen o en su defecto, buscan todas las excusas que se les pueda ocurrir y funcionen para salirse con la suya.

La ira y ambigüedad los rodea

  Cuando una persona padece este trastorno, tienden a tener una batalla entre lo que están haciendo y dicen. Difícilmente podemos saber cómo se sienten porque, generalmente ellos no suelen actuar de la misma manera o en su defecto, de formas contrarias.

  Una ejemplificación de una persona con esta característica es cuando una pareja de novios se dice que ya no sienten amor entre ellos pero, al transcurrir unos minutos, aseguran que no quieren terminar la relación porque no pueden vivir uno sin el otro. La comunicación de una persona con este trastorno es muy ambigua y más indirecta que directa.

  Cuando a alguien le molesta una situación que ocurrió o la actitud que una persona tuvo, lo normal es comentarlo para solucionarlo pero, la persona con este trastorno no actúa así, ellos se callan esta incomodidad y actúan como si no sucedió nada pero en su interior, se encuentran molestos.

  Debido a esta actitud que tienen, sus vivencias son complacientes y llenos de ira. Cabe destacar que esta molestia jamás la expresan porque a juicio de ellos, este sentimiento no es aceptable; situación que los lleva a reprimirse y en ningún momento se atreven a expresarse de forma sana.

  Son tan profesionales camuflando sus sentimientos que, a pesar de estar muy molestos, su entorno en ningún momento lo nota. Son expertos simulando calidez, cercanía amabilidad y tranquilidad sin embargo, la realidad es que tienden a ser personas vengativas, enfadadas y muy envidiosas.

Son muy malhumorados y protestones

  El carácter de las personas con este trastorno es imposible de controlar y suelen ser muy malhumorados. El trastorno pasivo-agresivo logra transformar a quien lo padece en alguien desconfiado y solitario.

  Para ellos es normal sentir que las personas e incluso, la vida los trata de forma injusta, por tal motivo, son muy cínicos, obstinados y hostil. La personalidad de ellos llega al punto extremo y aunque les expliquen razonablemente, no dejarán de sentir y creer que son las víctimas de la circunstancia.

  Ellos también son personas que no saben respetar y la forma de defender su independencia es, rechazando las recomendaciones que les dan las personas que hacen vida en su entorno porque a juicio de ellos, los errados son los demás.

Obstrucción y control en exceso

  Ellos tienen in interés particular para que las personas de su entorno no logren las metas o proyectos que quieren alcanzar. La apariencia es una insignia que portan con mucho orgullo pero, con facilidad le hacen creer a su entorno que los están apoyando. Jamás dan lo que otros le piden.

  Debido a esto, para ellos los límites de tiempo no existen y si alguien los limita, con facilidad incumplen la petición que le hicieron. Siempre realizarán las cosas a su manera porque no les gusta que los presionen o comprometan.

  En un entorno de trabajo, la personalidad de alguien con este trastorno afecta el ambiente laboral. Si sus superiores piden que entreguen un trabajo durante una fecha, ellos no lo tendrán listo y justificarán la demora sin mostrar evidencias de tener intención de realizarlo rápido porque solo lo harán cuando ellos lo dispongan. En estas circunstancias llegan a manipular e inventar historias con el propósito de salir libres por la irresponsabilidad.

Causas del trastorno pasivo-agresivo

  A pesar de que todavía no existen estudios que confirmen su certeza, varios especialistas en el área de la psicología y psiquiatría consideran que el origen de este trastorno proviene de una mezcla de factores ambientales y biológicos. A juicio de ellos, influye el autoestima, apego por lo que vivieron en la infancia, relaciones con la familia o conductas que aprenden día a día.

  Si durante la infancia fueron niños maltratados, los castigaban constantemente o en la etapa de la adolescencia hicieron uso y abuso de ciertas sustancias psicoactivas, llegan a desarrollar este trastorno con facilidad. Otra causa que pueden provocar este trastorno es el TDAH, depresión, bipolaridad, estrés, trastornos de personalidad o infinitas y diversas adicciones.

¿Cómo podemos tratar a una persona que tenga el trastorno pasivo-agresivo?

  Luego de conocer las características más resaltantes que tienen las personas con este trastorno, hemos notado que es complicado confrontarlos ya que, ellos generan el sentimiento de impotencia. Si por alguna razón llegamos a que estar en contacto directo con alguien pasivo-agresivo, lo idóneo es evitar dejarnos contagiar con el mal humor que los caracteriza y debemos responderles con amabilidad. Una manera de evitar la influencia negativa de estas personas es siendo, positivos, optimistas, humoristas o enfocar la conversación con temas banales.

  Para tratar este trastorno, lo recomendable es buscar ayuda profesional. El psicólogo les indicará cuál es el tratamiento a seguir para disminuir la ira y frustración. Del mismo modo los ayudarán a afrontar su situación para que logren superar esa etapa.

Las imágenes editadas en esta publicación fueron creadas por mi a través de Canva con excepción de las citadas. En cuanto al los emojis se refieren, fueron creados por mi en Bitmoji

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