Hay días que las personas me hacen poner de mal humor o me siento triste y te pienso, quisiera tenerte entre mis labios, y sentir tu sabor. Ese sabor que me tranquiliza, tu olor me enloquece, pero lamentablemente te tengo por ratos, tengo que pagar para sentirte, si, lo sé, yo pago para sentir ese placer, no me importa lo que piensen los demás, es mi dinero, y lo gasto como quiero, y lo que quiero en este momento es probarte una vez mas.

Cuando te tengo en mis manos, te desnudo lentamente, vivo cada instante, aunque intento alargar el placer de sentir tu sabor en mi boca, lo hago manera descontrolada, me llevas al éxtasis, que cuando todo finaliza, quiero más de ti.

Han llegado varios que intentan suplantarte, pero no pueden, yo los miro de lejos, veo su apariencia y definitivamente no te cambiaría, aunque a veces he dejado llevarme por la tentación, te comparo con otros y digo, no nada como él.

Sé que mi adicción contigo me hace daño, y varias personas me lo prohíben, pero no les hago caso porque es mi vida, y cada quien es feliz a su manera. Sé que cada vez que estoy contigo endulzas mi vida, pero a la vez me haces daño, por eso solo te tengo por minutos hasta que decida pagar nuevamente por ti.

Sé que muchas mujeres hacen lo mismo que yo, te buscan de manera desesperada para que calmes su ansiedad, su tristeza, otras se cohíben de tenerte, por mantenerse bellas, pero como tú y yo ya tenemos una relación de años, contigo o sin ti me siento radiante.

Estas palabras son para ti, mi delicioso chocolate.