Lunes de #sv-escritura| Un sábado cualquiera, en un café.

Jamás voy a olvidar ese 11 de mayo, en especial que el día siguiente se celebraría el día de las madres. En realidad ese sábado las personas estaban alborotadas, tratando de comprarle algún obsequio a la mujer que le dio la vida.

Ese día estaba yo realizando una diligencia personal, cayó un fuerte aguacero en el centro de caracas, las calles se inundaron, los motorizados se resguardaban debajo de los puentes que trancaron la autopista y todo estaba colapsado.

Al visualizar que no había camionetas, me toco esperar que el aguacero se calmara, me metí a un café muy conocido por la zona, pedí un café con un ponquecito y me senté en aquel lugar y como es mi costumbre saque un libro que yo tenía en ese momento, comencé a leer mientras saboreaba mi café.

Estaba concentrada en la lectura, cuando el chico de la barra se acerca con un café frío, y dice: “el señor le envía este café”, tenía una nota que decía: “me gusta como te concentras en el libro, este café es para que lo saborees mientras lo lees. Llámame” dejando su número telefónico.

Lo busqué con la mirada y se lo agradecí, pero no probé el café, seguí en mi lectura. A la media hora, se acerca aquel Sr con un dulce y otro café frío, me dijo: Estoy interesado en tu libro, pero su español no era muy bueno, se presentó su nombre era Henry, y venía de Canadá, me comento que era hijo de un embajador y estaba visitando a su padre por unos días, la conversa estuvo muy buena, pero visualice que estaba oscureciendo y me dijo; si quieres te llevo, y le respondí: ok sin miedo alguno, aquel tipo me había dado buena espina, quería conocer la plaza Francia de Altamira y lo guie, luego la fuente de plaza Venezuela, se tomaba muchas fotografías solo y conmigo, como sinos conociéramos de toda la vida.

Me trajo hasta la puerta de mi casa, y se despidió diciendo: "volveré en unos meses para que me lleves al mar y veamos el atardecer juntos", me dio un beso y se marchó.

Este sábado asistí a ese café, me senté a leer el libro cuando de manera sorpresiva se acerca el chico de la barra con dos cafés fríos y un dulce, diciendo: “El Sr Henry le dejo este café pago para que lo recuerde cada vez que venga a este lugar, mientras él regresa.”

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Fotos originales tomada con mi celular Tecno Pova Neo

Realizado por @norat23