Como ya les comenté en mi presentación, viví mi niñez en el campo en compañía de mis abuelos y una de las cosas que más disfrutaba eran las grandes siembras que realizaba mi querido y apreciado abuelo a quien considero mi padre, en el campo se comía lo que se cosechaba y estábamos rodeadas de huertos de batata, maíz, caña de azúcar, auyama, entre otras, todo era muy sano y totalmente natural.

Hoy les quiero compartir como trasplanté una planta de albahaca desde su semillero hacia las piletas. La Albahaca en una hierba aromática y medicinal que viene perfecta en estos tiempos como remedio casero preventivo ya que tiene propiedades que pueden aliviar la tos y el dolor de garganta. Puedes conseguirla en viveros y algunos mercados.

Este tipo de actividades me encantan ya que me generan mucha paz y me ayudan a escapar de esta incertidumbre y adversidades que vivimos a nivel mundial a causa de la pandemia y de la situación a nivel nacional en nuestra querida Venezuela.

Siempre trato de sembrar especias como orégano y albahaca para tener a la mano ya que son muy útiles en la cocina para aderezar nuestros alimentos, preparar deliciosas salsas, tés y, además, darle un toque aromático a nuestro hogar. Los invito a intentarlo pues sin duda dan un toque muy especial.

Espero que les haya gustado mi post de hoy, la verdad que no hay cosa más agradable que mantener nuestra mente ocupada en estas actividades tan productivas y maravillosas que nos ayudan a olvidarnos de cualquier situación y agobios que se nos presenten en nuestra vida.