Ya se están finalizando las actividades escolares en la mayoría de las instituciones educativas. Mis hijos, por ejemplo, ya terminaron. Y los dos menores tuvieron sus fiestas de Navidad. Ya desde hace algunas semanas, las maestras venían planificando el agasajo y nos iban dando "instrucciones" de qué comprar y qué llevar para que se realizara la fiesta.

Con tiempo fuimos entregando globos, materiales como; pinturas, silicón, papel brillante, foami, etc. Y además nos ubicaban por grupos de representantes, para que nos encargáramos de los refrigerios.

A veces me impresiona la forma de pensar de algunas docentes, pues pareciera que no viven en Venezuela. Lo digo por la forma en la que exigen productos y materiales a los representantes con un carácter de obligatoriedad que sorprende. No soy de las representantes que se quejan, por eso no digo nada, y sigo tipo Forrest Gump. A lo mejor todos actúan como yo y por eso ellas siguen exigiendo de todo un poco.

Algunos padres sí que se quejaron y las maestras bajaron un poco con lo que pedían. Y es que en el menú para la merienda había desde, pizzas, pollo frito, donas, cupcakes y más, aparte de lo que ya habían exigido para la decoración y los cotillones. No digo que esté mal, más bien, a los niños les encanta. Pero pude observar que muchos padres no podían comprar lo que les pedían y las maestras no eran conscientes de ello.

En el salón de mi hija, al finalizar la actividad del festejo, una de sus maestras, envió un mensaje al grupo de WhatsApp, solicitando que, para la próxima vez que se realice un festejo, los padres sean más colaboradores, pues según ella, los niños no tuvieron casi nada para comer y disfrutar. Me llamó mucho la atención su mensaje, pues en las fotografías que compartían se lograba observar, que había, gracias a Dios, de todo un poco. La verdad no me aguanté y escribí en el grupo, que felicitaba a los padres por su esmero, y finalicé diciendo: Seamos agradecidos, para que Dios nos multiplique los regalos. Lo siento, no me aguanté.

Yo quedé en el grupo de los padres a los que les tocaba llevar pasapalitos, como: pasteles, empanaditas, tequeños, mini pizzas y otros. En grupo nos dividimos las compras y logramos ubicar lo que se necesitaba. Aparte preparé una de mis salsas (muy ricas, je, je, je) y también la llevé. Otras mamás, se encargaron de la torta, les quedó muy linda.

Apartando el hecho de las exigencias de las maestras. Me quedo con el esfuerzo que hicieron los padres y madres, al decorar, y preparar todo para que nuestros hijos, ajenos a toda situación económica y amparados por su niñez, disfrutaran de su fiesta de fin de año y Navidad. Los niños se divirtieron mucho. Cantaron, bailaron y disfrutaron de la comida.

En el salón de mi hijo, nos pidieron comprar unas cajitas y rellenarlas con dulces, para darles cotillones. A mí me gustan mucho las artes manuales, así que, le hice a mi hijo su cajita personalizada. Él me pidió que, por favor, se la adornara con Yoshi, un muñequito de Mario Bros. Y eso hice. Ubiqué cartulina blanca, copié el molde de una página en internet, recorté, armé y pegué. Después, en otro pedazo de cartulina, pinté el muñequito. Hice varios regalitos en foami, y listo su cotillón. Mientras pegaba los regalitos, la pistolita de silicón, echó un chispazo de fuego como un soplete y sonó durísimo. Mi hija y mi sobrino estaban conmigo y nos asustamos, ja, ja, ja, ja. Bueno, duró más de 10 años mi pistolita, ya casi decía "Ya no aguanto máaaas". Tengo que comprar otra.

En la tarde- noche, me preparé para recibir a nuestros clientes de Panchitas Burgers. Hice la mayonesa, la kétchup y preparé las carnes. Además de limpiar la zona de las mesas, y la cocina de Panchitas. Después, la noche transcurrió movidita, hasta las 11:00 pm, que cerramos y luego de ordenar, nos acostamos a ver un rato televisión, o mejor dicho, a ver YouTube en el televisor. Mi esposo se entretiene mirando videos de personas que acampan en solitario, en lugares extremos, a veces en la selva, otras en la nieve, y así. Ya me he acostumbrado a mirarlos con él y me llama la atención, como se van solitos, pero eso sí, con todo todito, para acampar. Después a dormir, agradeciendo a Dios por el día que viví y los que vendrán.

A ustedes también les agradezco, por su agradable vista y comentarios. Les saludo y abrazo.