Tú, el, ella, todos lo tenemos.

Yo, a veces me permito disfrutarlo, revivirlo, pues cuando lo hago veo y revivo todo lo que he alcanzado, mis metas, sueños realizados; me permito recordar a donde quiero volver y a donde no debo y entonces me reconozco valiente, fuerte, llena de aprendizajes, esos que llamamos experiencias.

Hice cosas “malas”, de las que me arrepentí, pero ya paso, pedí perdón, y transformé, y las buenas las disfrute plenamente, todas me permito recordarlas, pero ya desde la perspectiva de la transformación renovadora, en una mujer que acepta y ama su pasado.

Hay momentos y palabras que marcaron mi ser, mi existencia, pero por ello soy quien soy y lo que soy, y a todo le doy GRACIAS. ¿Por qué? Porque me enseñaron, aprendí y si se repitieran se que el impacto no sería tan malo de ser una experiencia “mala”.

No escondo las cargas de mi vida, a veces la ansiedad se expresa en mis pensamientos y hasta en mi cuerpo físico.

Pero me mantengo en pie, orgullosa de haberme levantado y limpiar mis rodillas.

Ahora soy prioridad, MI PRIORIDAD, abierta a recibir todo lo que el universo me tenga a bien ofrecer

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Ahora respondo por mi futuro, pues en mi vive mi pasado que me hizo ser YO.