Lunes de Escritura 21/11/2022 /Los dos hermanos

Tania y Sixto, dos hermanos mellizos

Tania y Sixto eran dos hermanos gemelos que desde muy temprana edad se acostumbraron a hacer todas sus cosas juntos, al extremo que todos sus estudios lo realizaron desde el preescolar hasta el bachillerato en la misma instituíón educativa y en el mismo salón.

Pero llegado el día de su graduación la madre solo tenía la posibilidad de mandar a estudiar a uno de ellos a la capital, por lo que decidió que fuera Sixto quien pronto inició sus estudios de matemática pura y por su lado Tanía se inscribió en la universidad local para hacer la carrera de Educación.

Con el pasar del tiempo y debido a los múltiples compromisos universitario los dos hermanos se fueron distanciando y ya casi no se comunicaban como lo solían hacer al comienzo.

Una mañana el profesor de álgebra de Tanía les platicó sobre un excelente concurso matemático donde las universidades del país se darían cita para llevar a sus mejores estudiantes a una contienda para seleccionar a un ganador quien se haría acreedor de una beca para ir a estudiar a una prestigiosa universidad europea.

El profesor de álgebra hablando a la clase del concurso

Ella se mostró interesada y pronto se fue preparando con ayuda del profesor para representar a su universidad en este fabuloso concurso donde aspiraba hacerse ganadora del primer lugar.

Tanía preparándose para el reto matemático

El reto inició y Tanía fue venciendo a todos sus rivales de tal manera que a nivel de la región ella consiguió ser la finalista para ir a la capital al torneo donde se eligiría a la persona que ganaría la beca.

La tarde de aquel día Tanía fue abordada por los periodista quienes le preguntaron que cómo se sentía y cómo estaba preparada para ese reto final, ella un tanto nerviosa les dijo que estaba súper emocionada por haber llegado tan lejos y que esperaba obtener el triunfo y que de ser así se lo dedicaría a su hermano gemelo que tenía mucho tiempo sin verlo.

Con la llegada del jurado fueron llamados al podio los dos participantes finalistas y Tanía se sorprendió mucho cuando vio que su propio hermano Sixto era el otro adversario quien inmediatamente se le acercó y le dijo al oído a la vez que la abrazaba: “Hermana no tenía idea que fueras tú la persona a la que me enfrentaría y ¿ahora qué hacemos?” Tanía le dijo que por algo estaban allí y que cada uno diera lo mejor.

El podio preparado para el reto final

Inició así el combate y preguntas tras preguntas ambos hermanos fueron contestando sin cometer ningún error y cuando llegó el momento de dar un ganador los jueces decidieron dejarlo a la suerte lanzando una moneda, pues aquella afrenta claramente era un empate.

Cuando fue lanzada la moneda, Sixto la alcanzó a tomar con su mano en el aire sin dejar que esta tocara el piso y ante la curiosidad de todos los presentes, se acercó al micrófono y dijo:

“No creo que sea justo dejar a la suerte esta elección, mi hermana se ha sacrificado mucho y merece esta gran oportunidad por lo que si los jueces me permiten deseo que ella sea la elegida como ganadora de la beca“.

Todos aplaudieron aquel hermoso gesto y los dos hermanos se abrazaron y lloraron de emoción y alegría.

El juez principal tras conversar con los demás miembros se acercó a los dos hermanos y tomando el micrófono dijo con gran regocijo: “Tengo el honor de comunicarles que tras analizar la situación hemos decidido unánimemente que estos dos jóvenes estudiantes sean beneficiados con la beca por haber demostrado no tan solo conocimiento del tema, sino que también han dejado en manifiesto el gran amor de hermanos dejándonos una gran lección a todos.

Tania y Sixto se abrazaron de felicidad