La belleza femenina y los parámetros intrínsecos de la creatividad artística y la belleza en general

Me gusta el arte y lo admito; tengo una sensibilidad en mi esencia que me hacer apreciarlo; por ello me deleito al ver un hermoso cuadro, un bonito paraje, un hermoso atardecer, y por la misma razón me deleito oyendo obras maestras de la música universal. Me encanta ver el azul del cielo, y ver una hermosa flor y oler su perfume; me encanta degustar sabores, me entretengo en el arte, y todo esto, al lado del hecho de que soy alguien que se enfoca principalmente en los negocios (como todos los que me conocen bien saben).

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Esta misma sensibilidad es la que me hace amar la belleza femenina

Pero así es; por mi propia sensibilidad esencial de la que les hablaba, es que también amo la belleza femenina. Porque para mí, la mujer es única, e insustituible; es una hermosa obra de arte que camina y va escribiendo su propia historia; alguien que con su delicadeza, sus formas, y su manera de ver la vida nos complementa a los hombres.

No obstante, hay mucha gente (hombres y mujeres) que están sumergidos en sus estereotipos sobre lo que un hombre y una mujer deben ser y les debe gustar; que no consideran apropiado que a un hombre le guste lo bello, y que sepa apreciarlo; pero como yo lo veo, no hay nada de malo en apreciar la belleza circundante, siendo que la belleza femenina es precisamente parte de ella.

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Aunque uno podría pensar que amar la belleza femenina desde un punto de vista estético, puede resultar algo de lo más superficial, resulta que no es así; porque se trata todo de un compendio. O sea, la belleza femenina está compuesta por el físico de la fémina, como por su manera de pensar, actuar y hablar; así que todo se complementa en este conjunto. Esto desde luego, hablando de la belleza de la mujer.

Pero de hecho, aunque sé que a muchos les sorprenderá saberlo (e incluso habrán quienes lo negarán), la belleza es femenina, y lo femenino es bello, por lo que son dos cosas que van de la mano. Y ojo, no estoy hablando aquí del tema de modo meramente estético o superfluo.

Salvando las distancias, para ilustrarlo imaginemos que es como una deliciosa comida; que nos deleita tanto por su apariencia, como por su olor, como por su sabor. Y es que ese sabor es la mezcla de un compendio de ingredientes y especias que les dan ese toque que en el fondo es lo que hace que el todo nos termine de gustar ya completamente. Así es la mujer; y así es lo realmente femenino en cualquier ámbito.

Pero la apreciación de la belleza es subjetiva

Pero volviendo al punto, creo que ha quedado claro que no he venido a hablar aquí solo de las mujeres bellas, si bien, parte de lo que estoy hablando implica este tema. Lo que realmente quiero decir es que la apreciación de la belleza, sin importar de lo que estemos hablando es netamente subjetiva.

O sea, los parámetros intrínsecos de la creatividad y la belleza son algo subjetivo, eso ya lo sabemos en esencia; pero la belleza femenina es algo que no pierde vigencia; y como ya expresé, va más allá de lo simplemente físico. Y al hablar de belleza femenina no me estoy refiriendo solo a la mujer per sé, sino a todo elemento de la naturaleza o del todo que implique delicadeza, formas armónicas y dulzura.

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Es así como nos damos cuenta de algo asombroso; y es que el arte y la creatividad son actos tan intrínsecamente relacionados, como femeninos. Porque el arte es femenino en su aspecto más básico; es algo que que surge de la creación de alguien (sea hombre o mujer el que lo cree), pero ese acto creador en sí mismo es femenino en su naturaleza.

Ahora, la subjetividad en la apreciación de la belleza de algo, es subjetivo y de eso no hay dudas; yo puedo pintar un cuadro y puede que no le guste a cientos de personas, pero a otras cientos puede encantarle, es allí donde entendemos que la belleza viene de la apreciación misma de los ojos que la miran. Por lo tanto, la belleza está dentro de nuestro entendimiento como personas. Siempre he creído que la creatividad artística es algo infinito, y las maneras de apreciarlo de un modo o de otro también lo son.

Lo que sí creo que no entra en discusión jamás es que la apariencia jovial, lo joven, lo fresco, lo original y auténtico es lo que le otorga belleza a cualquier cosa, sin importar de lo que estemos hablando, y esto trasciende -y trascenderá siempre- el tiempo y el espacio.

Dicho eso solo me queda decirles por ahora: Éxitos y progreso para todos ustedes, lectores invisibles!