¡Saludos a la comunidad!

Me reincorporo a esta actividad de compartir mis relatos con ustedes después de una breve ausencia debido a complicaciones de salud causadas por el covid-19, tiempo en el que tuve que estar aislado tanto personal como digitalmente procurando mi recuperación. En el relato anterior les contaba acerca de el hallazgo de "Amigo", en aquella ocasión no incluí imágenes para que el lector construyera las suyas en su imaginación. Para este relato decidí ayudarlos un poco, recreando con dibujos los escenarios que relato, incluyo también un dibujo para ilustrar el relato anterior. Sin más que acotar les presento mi segundo relato titulado:

En nueva comunidad, donde estrenamos escuela. 1955

Estrenamos casa, con vecinos en las casas vecinas, calle pavimentada; la casa era pequeña. No hay autobús que lleve y traiga a mamá del trabajo y papá trabaja al cruzar la calle. Llegan los hermanos y junto con ellos una segunda mamá; mujer con algunas canas, amorosa, que nos canta y relata cuentos. Y allí estaba Amigo, celando a los recién nacidos, apostado debajo de la cuna. La pequeñez de la nueva casa fue compensada anexando estructura techada sin paredes en la que durante el día era salón y en la noche era garaje. El trabajo lo realizó papá solo. Cada casa del campamento estaba asignada a un trabajador y su familia, así la empresa era más productiva y todo marchaba en armonía laboral y social. La escuela eran módulos metálicos portátiles, llevados sobre camiones con plataformas y grúas; y en dos días ya era funcional. Con la misma rapidez como fue erigida también fue retirada siete años después quedando solo el aula del cuarto grado convertida en capilla de la Iglesia católica. Entonces estrenamos escuela amplia, techada con losas prefabricadas de concreto. Los recursos no alcanzaron para dotarla de un buen escenario para los actos culturales; de modo que no nos libramos de las edificaciones metálicas. Al frente del primer grado estaba una dulce morena alta; del segundo grado un gigante bonachón; del tercer grado un jocoso y agradable maestro buen ejecutor del cuatro criollo; del cuarto grado un maestro parecido a José Antonio Páez, músico; del quinto grado un maestro enamorado de las matemáticas y virtuoso; en el sexto grado otro pedagogo bonachón. Había enseñanza de oficios manuales para las hembras, a cargo de una docente femenina, y para los varones había una carpintería con docente masculino. Las prácticas deportivas eran comunes para todos; con predilección por el béisbol y el volibol.