Estoy buscando la manera de escribir para que mis palabras cobren significado, es mucho lo que escuchamos a diario por todas partes, nuestra mente esta absorta y entretenida en tantas cosas… Por eso encontrar las palabras adecuadas para llamar la atención es una tarea que esta allí puesta en el tapete, todavía para mí.

Sin embargo, he podido descubrir palabras poderosas, hay una de ellas que por gastada y ampliamente usada pasa desapercibida. Y ¿Por qué sucede esto? Es muy sencillo, pierde significado cuando no se usa en el momento vital: Cuando hace falta. Cuando se usa de forma superficial, cuando no lleva la carga de la intención, el deseo profundo del corazón.

Esa palabra es: “¡Gracias!”

Y aquí pensándolo bien, me doy cuenta que es lo mismo que sucede con todo lo que decimos y hacemos de forma automática, dormida, sin pasión: todo lo que hacemos así, carece de color, de brillo, de fuerza.

A mí me encanta dar las gracias a las personas cuando ellos hacen algo por mí, cuando lo hacen por otros, cuando alguien se pone de lado en la calle y me deja pasar, cuando me da la mano para subir un escalón, cualquier detalle. Incluso me gusta dar las gracias a las personas que hacen lo que se supone que deben hacer, cuando hacen su trabajo, ¿No merecen ellos que se les de las gracias? ¿Acaso no están haciendo algo por ti cuando lo hacen? ¿O consideras que el dinero puede ser suficiente para pagar lo que una persona hace en un ámbito laboral u otro ámbito?

Pues creo que si lo meditamos un rato, el dinero esta tan sobrevalorado para pagar las cosas que no nos damos cuenta muchas veces que no es suficiente para pagar lo que las personas que nos atienden hacen por nosotros: Un doctor, un abogado, un profesor, un cocinero, un zapatero, un barbero, una mesera, un jardinero, y un gran etc…

Lo mismo sucede y se extrapola a todo: ¡Dar las gracias dibuja una sonrisa en el rostro de quien la recibe, es un reconocimiento! Es decir:

¡Sé lo que hiciste por mí y lo tengo en cuenta en mi corazón! ¡Recibo lo que haces por mí y lo atesoro en mi corazón!

Estas podrían ser expresiones que traduzcan un poco lo que significa dar las gracias para mí.

Siempre recuerdo la historia de Jesús sanando a 10 leprosos, y solamente uno devolviéndose hacia él y buscándolo para decirle “Gracias”, a lo Jesús le responde: “¿Donde están los otros 9?”

Me pongo a pensar, ¿qué ganas quedan de hacer algo lindo, un gesto, para alguien que ni siquiera voltea a mirar, que es como si no le importara… Y aunque las personas continúen haciendo lo que hacen, es como una tierra que se va quedando sin ser abonada, cuando sencillamente no reciben un estímulo, un: ¡Gracias!

Por eso se sabe que dar las Gracias multiplica los favores recibidos, a quien le das las gracias queda con ganas de seguir dando de sí, lo que ha dado, porque siente que es importante, que vale la pena lo que da y lo que hace.

No te quedes sin dar las gracias, practica y hazlo hasta que lo sientas en tu corazón, cuando veas como el mundo se abre siempre delante de ti, ¡y tú puedes decir Gracias! A la persona que conduce el autobús en el que vas, el que barre la calle por donde tú pasas, la mujer o el hombre que cocina tu comida… Eso hará que la próxima vez ellos se esmeren más y que una sonrisa aflore apenas al mirarte.

Esto es verdaderamente lo que significa que el dinero no lo puede pagar todo. No reduzca toda la belleza de la vida y los favores, al dinero, hay mucho más que eso y es lo que esta dentro de ti, y que puedes dar a los demás. Una palabra de aliento, una sonrisa, un gesto… En lugar de quejarte por no recibirlo, empieza a darlo, se retornará multiplicado, y pronto descubrirás que te hará más feliz darlo que solamente esperarlo…

Estoy siguiendo una de mis recomendaciones, tratando de escribir✍️ sobre aquello que estoy pensado🤔… Tú que estas allí leyendo, si has llegado hasta aquí, te invito, tú también lo puedes hacer.😉

_{Las fotos son de mi autoría las tomé con un teléfono Samsung SM-A105M.}

@inspiracion