Hola a todos.

Este es mi aporte al Concurso de la fuerza de la esperanza de parte de @lirvic.

Quiero invitar a @yulexis25, @ochoabruces y a @enrisanti.

@lirvic nos propone algunas preguntas para orientar nuestro discurso. Me he guiado por ellas:

• ¿Crees que la esperanza es importante en la vida de las personas?

Claro que es importante. En muchas ocasiones, es lo único que hace que una persona se ponga de pie todos los días. El deseo de mejorar y de poder comparar el estado actual con los estados pasados es una motivación para todos aquellos que viven en un entorno que no les gusta o si pertenecen a un grupo de trabajo en el que no se sienten a gusto.

• ¿Qué consejos les darías a esas personas que están pasando por momento difícil y necesitan mantener la esperanza?

Les diría que sean realistas. A veces, rendirse es lo mejor que uno puede hacer. Está bien creer en milagros y ver que estos se cumplan, pero no hay que pedir imposibles. Los sueños siempre deben ser realistas. Si pides algo irreal, puedes pasar el resto de tu vida buscando cumplir una meta inalcanzable.

• ¿Estás de acuerdo con el dicho *la esperanza es lo último que se pierde?

Eso depende. A veces es mejor ver las cosas tal y como son. Mantener la esperanza en personas o situaciones que no tienen probabilidades de mejorar o de terminar bien, lo mejor es salvar la dignidad. Esta representa el respeto y amor propio y nunca hay que venderla por nadie ni por ninguna supuesta mejor posición.

• ¿Has vivido alguna vez una situación difícil que te hizo sentir que estabas perdiendo la esperanza?

La vida diaria me da razones para perder la esperanza con frecuencia. Todos los días lucho para mantener un buen ánimo y verle el lado bueno a las cosas, incluso a las malas.

Debo confesar que mi vida no es lo que esperaba que fuera y el contraste de fantasía y realidad me tortura constantemente.

Según mi madre, soy una reina del drama. Lo admito, pero no quiero renunciar a los planes que aún quiero cumplir a pesar de que la situación que vivo no me da esperanzas. La verdad, no sé de dónde las saco. Pero ahí están.

La idea de saber que hay en el mundo otras personas que también se sienten frustradas no me consuela. No le veo la gracia a sentirme mejor porque no estoy sola en ese sentimiento.