Un día, Rodion fijó un encuentro con una mujer que conoció en internet.

Para hacer la foto de perfil, se puso ropa de oficina, formal y elegante. Los trajes de sastre siempre consiguen la atención. Se arregló el cabello peinándolo hacia atrás y, como sentía sus labios resecos, se pasó ellos una barrita recién estrenada de manteca de cacao. Se tomó una selfie poniendo la cara más relajada que podía y la subió al sitio web.

Días después, un par de mujeres le enviaron mensajes y él les respondió. Acordó salir con las dos. Claro que en el futuro tendría que decidirse por una. Él no era bueno para mentir ni ocultar nada por lo que, si intentaba estar con ambas, se le iba a caer la fachada más temprano que tarde.

Por entonces, saldría con la primera que le hizo una oferta.

Rodion se bañó y talló cada parte de su cuerpo. Su rutina de limpieza siempre era así de prolija y minuciosa por lo que tenía una técnica para quedar muy bien aseado en el menor tiempo posible.

Una vez fuera de la ducha, se frotó con el paño de tela absorbente para eliminar el exceso de agua de todo su cuerpo. Se pasaba la toalla por el área íntima con cuidado. Sólo cuando su sistema nervioso le hacía creer que ya era suficiente, colgaba el utensilio húmedo y se disponía a vestirse.

Se puso unas ropas informales. Quería dar la impresión de no estar estresado, expectante o con la intención de querer algo serio. Al menos, no de momento.

Rodion llegó con treinta minutos de antelación. Se sentó, ordenó un café y sacó el teléfono. Con frecuencia desviaba la mirada de la pantalla hacia la entrada del local.

La campana de la puerta sonó. La mujer entró. La reconoció de las fotos que compartió con ella en la red social de citas.

Rodion sonrió. Sonrió por alivio y por felicidad. La mujer miró en derredor y se acercó a su mesa al verlo. Él puso su mejor cara, dispuesto a que la cita saliera bien y que hubiese más salidas en el futuro.

Esa vocecita molesta e insidiosa estaba taladrándole la cabeza. La chica era amable, cálida y parecía disfrutar la experiencia.