De tres cosas que no pueden faltar en nuestro hogar. Uno de ellos anteriormente no lo consideraba. Me mencionaron de la olla arrocera, no le prestaba atención porque cocinaba en mi olla tradicional, le colocaba agua, sal, aceite y tenía que estar pendiente cuando empezara el agua a hervir para agregar el arroz y luego, cuando estaba secando, colocar la tapa, bajar la llama para que no se quemara. Era una ansiedad. Pero desde que mi hija me regaló una olla arrocera, ahora no la cambio por nada. Sólo agrego el agua, arroz, sal y cualquier otra cosa que se le vaya añadir, la prendo y ella cocina sola y se apaga cuando llega a su punto de cocción, mantiene el arroz caliente hasta que la desconecto. Me encanta, ahorro tiempo y me quita estrés. No puede faltar en mi hogar.

Mi otro artículo son las escudillas. Me los trajo de obsequio mi hermana una semana antes de morir. La invité para un almuerzo junto a sus dos hijas y sus 3 nietos y compartir un rato en familia y me sorprendió con el regalo. A los 8 días murió inesperadamente de un paro cardíaco. Los quiero y los cuido, me recuerda a ella, el regalo me lo hizo con mucho cariño, pero también me han sido de bastante utilidad, cada vez que puedo, lo uso para comer y no pueden faltar en mi hogar.

Hablando de los productos personales, tengo mi champú. Me ha pasado que en algunas ocasiones compro champú y me producen caspa. Probé con diferentes marcas, varias me prestan por cierto tiempo y después empieza nuevamente aparecer la caspa, pero gracias a Dios encontré el champú de la foto de la marca Palmolive. Tiene un valor aproximado de 10$, champú, enjuague y contiene queratina. Tengo dos años usando y me ha funcionado, me deja el cabello perfumado, sedoso y con brillo. Mientras pueda, lo seguiré usando, he tenido buenos resultados y no puede faltar en mis productos personales. Por cierto, me queda solo un poquito. ¡Pronto me tocará comprar otro! Je, je, je, je, je... ¡Abrazos!