Es un placer participar en la dinámica de SV-Buenavibra. Organizado por su moderador nuestro amigo, @marvinvelasquez. Y con gusto comparto con ustedes.

Todos vivimos en el mismo mundo, pero no todos vivimos en el mismo nivel de evolución, ni en la misma frecuencia. Ya viví mi juventud y ahora estoy más tranquila. Sin embargo, todavía continúo en actividad y planificando para los días venideros.

En mis tiempos de juventud, me importaba mucho el dinero. Era un factor importante para la evolución económica y lograr obtener mejor estabilidad para el futuro. Ahora soy una persona de la tercera edad, valoro más la vida familiar, un fuerte abrazo y ver a mi familia feliz, y soy feliz viendo a los demás sentirse bien.

Cada cierto tiempo, estoy compartiendo con personas contemporáneas. Al igual que yo, superamos la etapa de la juventud y tenemos las mismas inclinaciones: vivir en paz, armonía y disfrutar los días que nos quedan al lado de nuestros seres queridos y amistades. Para mis planes futuros, me gustaría colaborar en construir una Venezuela bonita y llena de armonía.

Muchas veces, la lucha por tener dinero nos hace ser personas indiferentes y egoístas ante el amor. No obstante, pienso que el amor es más poderoso que el dinero, internamente nos hace personas más felices. Muchas veces el dinero es importante. Sin embargo, cuando aprendemos a palear esa necesidad, le damos valor a cosas que nunca imaginamos. Nos ponemos creativos, nos sentimos motivados, empezamos a querernos y a no depender de algunas cosas que para nosotros eran imprescindibles, nos volvemos personas mágicas, tanto que hasta en nuestros hogares tenemos sembradas nuestras plantas medicinales y sabemos el uso que le debemos dar a cada una y la dosis que debemos tomar. Considero que ese es el peso que tiene el amor sobre el dinero.