Imagínandome estar en un lugar felíz,
En dónde el sol calienta justo como quisiera;
Los pájaros orquestando con sus trinos,
La sinfonía mágica del amor que dura.

Es así la vida? Me preguntaba en introspecciones
Saber que no se trata de un cuento de hadas,
En dónde el caballero de la armadura rescataría a su princesa de las garras del maléfico y atroz mundo.

Solo había que pisar firme y recordar
Que nunca se es suficientemente bueno;
Siempre se puede ser un tanto mejor;
Que podemos ir más rápido con precaución.

Llegar al destino sin pausas, sin rendir cuentas;
Sin mediadores ni explicaciones cansadoras;
Siempre podemos correr un poquitito más
Y burlarnos del viento descampado de este lugar.

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Oh sí!, es cierto! El dinero no llega por arte de magia,
Hay que levantarse muy temprano y despachar al enojo;
Hay tanto por hacer que ni aún el sol se quedará conmigo;
Pues antes del despunte del alba y después del ocaso seguiremos bregando.

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El granizo y lluvia helada es compañera perfecta,
Del otoño que arrasa con el verdor de los árboles;
Pienso en los que no tienen abrigo y otra vez me doy cuenta;
Que no solo se trata de imaginar sino también de despertar.

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Una recompensa al esfuerzo es como el gol del partido;
Un respiro de alegría que emana del alma crédula;
No existe satisfacción más noble y serena,
Que la cosecha del fruto de tus ejercitados intentos.