La espesa mañanita como madrugadita como llaman algunas personas a ese temprano despertar, son las 5:00 am menos un cuarto o un cuarto para las cinco, mañana sabrosa entre fría y caliente, es decir fresca, buena para el pensamiento hoy tengo la intención de escribir algo a ese ser especial que la vida me presentó un día del año 1978 a eso de las 12:00 m en unas de las calles del Centro Comercial Propatria, esa persona especial porque la he ido conociendo a través o poco más o menos de hace 43 años, este tiempo de compenetración que es el que nos enseña y nos va allanando el camino confuso de nuestra juventud inquieta, los que algunos llaman madurar que no es más que los golpes recibidos a través de la vida.

Hoy a mis pocos más o menos 71 años que parecen mucho pero que en realidad no son tantos decidido escribirle a esa persona que como dije antes es un ser especial con tantas virtudes y a pesar de poseer algunos defectos estos no le hacen peso y parecen un ser inmaculado, no es alabanza es mi propia realidad sentida en estos pocos años que he vivido cerca de esta mujer, digo cerca porque mejor que vivido hemos convivido en el mismo hogar y bajo el mismo techo formando una familia que llego a estar en su comienzo formada por 6 personas, 1 mujer, 1 hombre y 4 hijas que son la demostración real y viviente del triunfo de una pareja que anteponiendose a los altibajos de la vida logra consolidar un hogar y triunfar en lo que de verdad tiene valor.

Esta mujer que hoy es mi esposa y de la cual me siento sumamente orgulloso me enseñó a comprender lo valiosa que es la vida cuando nos trazamos un camino y que a pesar de lo accidentado del trayecto es necesario recorrerlo. Tal vez no podemos imaginar lo importante que es superar todos los escollos que se nos presentan, porque estos obstáculos no están a simple vista o tal vez porque no estamos preparados para sortearlo o porque la vida no nos permite ser adivinos de nuestro propio destino y comienza a sentir la necesidad de reencontrarse, se desconocen pero el mismo desconocimiento es atracción y con el transcurrir de los días, esa persona desconocida se hace imprescindible en la vida de ambos. Las dudas se van aclarando, los amores fortuitos se apagan y solo nos quedamos con esa persona que se hace cada día más especial, el tiempo y una buena compañía corrigen los errores y desvaríos de la juventud.

El hogar es una carrera de obstáculos donde dos personas desconocidas se fijan una meta común el triunfo, pero este triunfo se logrará si ambos participantes logran comprender y entender en el trayecto del camino hacia la meta que la permanencia en el mismo camino depende de la constancia igualitaria de los dos participantes, es en este caminar donde Loida se convirtió en la madre de nuestras hijas y en la mujer por la cual siento un afecto muy especial, yo mismo me sorprendo del reajuste que ella hizo lograr en mi vida.

No exijamos perfección, ni mucho menos ser la verdad personificada y acordémonos que somos seres en proceso de evolución y también acordémonos que los procesos no terminan. Si queremos encontrar una mujer como Loida pon a prueba tu capacidad de soportar y que la otra persona este decidida a aguantar la diferencia de caracteres, yo conocí a Loida cuando ella tenía 27 años y yo un año y medio mayor fue por eso que dije anteriormente que llevamos algún tiempo juntos y tengo 71 año y si pudiera vivir 71 años más lo viviría con ella.

Esperamos que su amor siga como esa primera vez que se conocieron y que Dios los bendiga en todo momento

Queremos invitar para este maravilloso concurso a @sacra97, @rosanita y @elmundodexao

El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. (1 Corintios 13:4-5)