Señoras y señores, saludos cordiales. Estamos aquí transmitiendo en vivo y directo a través de Fuchi TV, en pleno continente africano, desde el río Mara, y nuestro invitado de hoy es nada más y nada menos que el señor Hipopótamo, también conocido como el rey de los ríos. Y sin más pajonal introductorio, vamos al grano.

Buenos días, ¿cómo está?
Muy bien, gracias. Saludos cordiales a toda su audiencia.

¿Por qué a usted le llaman el rey de los ríos?
Uno es el jefe mientras le sobra salud. El día que te ven decaído te corren a mordiscos y sales con las nalgas llenas de rayas y agujeros.

¿Por qué se la pasa puro metido en el agua?
Los hipopótamos hacemos eso durante el día. Al llegar la noche salimos a tierra a comer pasto. En verdad nos da pena que nos vean así tan gordos. La gente comienza a burlarse de uno.

¿Sienten vergüenza?
Un poco. Y en realidad no sé cómo hacen algunos tipos para andar exhibiéndose por ahí en la calle. A eso le llaman contaminación visual. Un ejemplo es la gobernadora de Caracas y el otro es Juan Barreto. Con ese sobrepeso lo que hacen es dañar el asfalto.

Pero a usted, a pesar de su físico, le va bien en la vida. ¿No?
Es relativo. Me veo gordo porque comer monte sale gratis. Pero cuidar un lote del río y un harem de diez hembras no es una tarea tan fácil.

Y con tantas esposas, ¿cómo hace para que otros machos no se le metan en su territorio?
En verdad casi no duermo. Vivo tomando una taza de café detrás de la otra, como Sol y María, las moderadoras de Steemit.

¿Por qué le llaman también el bocón de la jungla?
Es por envidia que dicen eso. Porque pocos tienen una sonrisa así de encantadora. Los verdaderos bocones son los embaucadores, los que engañan con la lengua a los incautos.

Además a usted también se le conoce como el dientón del río.
Los que dicen esas cosas son los cocodrilos. Como nos tienen miedo y les estorbamos se la pasan difamándolo a uno. Hace poco mordí a uno de ellos en la cola y le hice un hueco. Ahora ese sujeto se colocó allí una argolla y es el único cocodrilo que usa un piercing en toda la selva.

¿No se lleva bien con los cocodrilos?
A ellos les va muy mal si se acercan a nosotros. Sin embargo los vemos útiles como servicios funerarios, pues se encargan de los cadáveres de nuestros deudos.

¿No ha seguido alguna dieta para bajar de peso?
La única que hago es la dieta de Perucho.

¿No le duelen los pies?
A veces. Si vives en el agua sientes que pesas menos.

¿Y por qué no va al gimnasio?
Es difícil, porque tengo a diez chicas en casa y a cien vecinos que las miran mucho.

Por ahí comentan que usted y Nicki Minaj se parecen mucho en el trasero.
Qué va. Esa señora cobra por mover el trasero ante las cámaras. En cambio yo lo uso para las cosas normales.

¿Puede oír bien teniendo esas orejas tan pequeñas?
Claro que sí. Me son suficientes. Y menos mal que son así, porque los nativos a veces llegan por aquí con sus dispositivos chinos poniéndome rancheras de Antonio Aguilar y rigatón a toda mecha. No respetan.

Usted tiene muy mala fama en los humanos. Se dice que usted, después del zancudo, es el animal que mata más personas al año.
Lamentablemente somos celosos con nuestras familias y territorios. Por eso siempre nos verán defendiendo lo que nos pertenece. Los humanos muchas veces se acercan para acribillarnos buscando carne y el poco marfil de nuestros dientes. Los humanos, además, vierten basura y venenos en las aguas de los ríos y lagos. Veamos la cosa desde otro ángulo antes de juzgar.

¿Qué opina de sus parientes que se propagaron en un río de Colombia?
Han sido víctimas del narcotráfico. Me han dicho que por allá los han visto volando.

¿Volando?
Sí, porque se meten en las plantaciones y se comen todas las matas de mariguana y después andan alegres bailando las cumbias de Pastor López.

¿Vienen turistas por aquí?
Sí. Pero pasan un tanto lejos porque nos temen. Hace poco vino una familia de colombianos y un niño le preguntó al papá: “¿Ese bicho es un cochino?” Y el padre le respondió: “No, hijo. Creo que ese es un jijoepútamo”.

¿Y desde cuándo no le da matarile a un turista?
En mi caso no he matado a ninguno. Pero más de una vez les he mordido las nalgas a los nativos que violan mi territorio. A todos los que he asustado les ha cambiado el color para siempre, de ser negros pasan a ser como el queso llanero.

Bueno, y ya para terminar, ¿cuál es su mensaje para la audiencia?
Que sigan mi ejemplo, porque humildemente soy un defensor radical de mis derechos, de mis propiedades, de mi familia, de todo lo mío; y, ojo, no detengan sus luchas a favor de la justicia, porque las esperanzas son las últimas que se pierden.

Muchísimas, gracias, señor Hipopótamo. Excelente conversación. Y gracias también a mis estimados televidentes del mundo entero. Hasta la próxima semana. ¡Chao!

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El dibujo es de mi autoría. Foto tomada con un Huawei Honor.
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