Sábado de entretenimiento: mientras llueve | Por @elvendork.
Llueve.
Miró desde la ventana las inmensas gotas viajar del cielo a gran velocidad, mojando la tierra, y convirtiendo el liso camino en una peligrosa pista resbaladiza. Puedo sentir la humedad que impregna el aire, es casi estimulante, y provoca al instante la caída de los parpados, para absorber con los oídos el delicado murmullo del agua, su tácito mensaje de tranquilidad. Los sentidos se relajan, y estas a punto de caer tendido en un apacible sueño. Es el romanticismo de la lluvia; casi mágico.
Pero, no para mí. No me gusta cuando llueve.
Imagen creada en Canva
Conozco muchos que aman la época de lluvia, idolatran el espectáculo diario, y bendicen cada gota que empapa su rostro, como una caricia a su espíritu. Todo eso está muy bien, solo que no comparto el mismo sentimiento.
No me gusta cuando llueve: cuando llueve, no puedo salir de paseo; cuando llueve, debo esperar que escampe para continuar el regreso a cada; cuando llueve, y el mal tiempo empeora, debo buscar otras cosas que hacer que no impliquen estar cerca de la tecnología, mientras oigo de lejos los truenos y giro la cara al presentir un relámpago.
La lluvia es una grata noticia en la época de cosecha, un milagro en la árida tierra, un fenómeno para el más acostumbrado a la sequedad; puede convertirse en consuelo para el hombre más desafortunado del mundo, salvar a un animal deshidratado, inspirar una dolorosa historia de amor … no obstante, sigo sintiendo rechazo hacia ella por privarme el exterior.
Cada vez que llueve por mi zona, me ocupo de otras cosas, otros quehaceres que sé, no afrontaría si no me sintiera tan prisionero de mi propio hogar jajaja Dejando un poco aparte el hecho de cumplir tiempo en casa, encuentro entretenida mi estadía, cantando a todo pulmón (si desafinamos, es mejor); acomodando mis libros, o leyendo un capitulo al azar de cada uno. Busco la forma de no quedarme con el mal humor.
Las horas bajo el techo protector, de nubes grises y truenos, me permite abordar temas casuales, recordar, o inventar alguna historia delirante, con personajes asombrosos y tramas absurdas, que me emocionan y arrastran a tomar papel, tinta y pluma, dejando volar palabras y la imaginación, hasta hartarme, y sorprenderme de la nada, que dejó de llover hace horas.
Esta ha sido una pequeña narrativa que quise compartir este sábado de entretenimiento; les deseo a cada uno de los que llegó hasta el final del relato, que vea la lluvia como una oportunidad para reflexionar y buscar otras formas de divertirse.
Amiga me encanta tu narrativa, auténtica y sincera... Creo que a todos de una forma u otra nos pasa lo mismo la lluvia aunque bonita nos obliga a quedarnos prisioneros y buscando que hacer, y a veces pasa qué nos sumergimos tanto en la actividad que no nos damos cuenta que hace horas dejó de llover.
Gracias por participar en sábado de entretenimiento.
Hola amigo muy bueno tu relato, la lluvia tiene sus cosas buenas y malas solo debemos aceptarla y esperar que escampe y distraernos en otras cosas como lo tu lo haces.