Las personas que dudan de sí mismas difícilmente pueden desarrollar la confianza en sí mismas. En la vida debemos caminar bajo el poder de la creencia, donde todo lo que emprendemos y hacemos, debemos creer que lo lograremos. La confianza nos da la plena seguridad de que podemos lograr todo lo que nos proponemos en la vida. Es cierto que el cielo es el límite, pero para quien cree, todo es posible.

No podemos caminar con la duda porque simplemente nos arrastra al fracaso. Necesitamos un tipo de confianza en nosotros mismos, según las potencialidades y capacidades que poseemos, para caminar con seguridad hacia el éxito.

Cuando empecé mi carrera universitaria, hubo mucha gente que me dijo que no podía estudiar, porque no tenía los recursos necesarios para llegar al final de la meta, que era un título universitario. Sin embargo, yo confiaba plenamente en que con mi propio esfuerzo y con las potencialidades que había recibido por naturaleza de Dios, creía que tendría éxito, y ciertamente lo tuve.

La confianza en que podía llegar lejos fue suficiente para darme impulso y volar tan lejos como soñaba.