"Una aventura en el Paraíso Roraima" Ficción Original by @danieldedosd2

       Nos encontrábamos en el aeropuerto de Miami el 22 de diciembre del año 2009, éramos seis los tripulantes que recibimos la invitación para viajar a Buenos Aires Argentina para asistir al concierto de nuestra banda favorita "Los Pericos", como premio al mejor desempeño de ese año, y debíamos abordar una avioneta privada que enviaría la compañía para la cual trabajábamos en ese entonces, a las ocho am. de esa bella mañana.

       Todo iba de maravilla hasta que una tormenta desvió el curso del vuelo y siete horas después estábamos volando las hermosas costas del Caribe entre grandes vientos, truenos que hizo estremecer la aeronave, en poco tiempo nos encontrábamos encima del Churum Merú o Salto Angel, cuando el piloto intentaba aterrizar en una loma al pie del Roraima en la sierra Paracaima, una de las bellezas naturales más impresionantes de nuestro planeta, es tan inmensa que pertenece a tres naciones: Guyana, Brasil y Venezuela. Allí después de maniobrar la avioneta y rodar sobre un maizal, logramos aterrizar en tierras venezolanas en un extraño lugar de América del Sur. Al salir de la avioneta fuimos interceptados por un grupo de indígenas, conocidos en el entorno como la etnia Pemón, una tribu que habitaba allí antes que Venezuela fuese Provincia Española.

       Fuimos despojados de nuestras pertenencias y llevados por un camino que rodeaba el Roraima, y aunque estábamos siendo casi arrastrados a la fuerza por hombres que parecían caníbales, el paisaje era tan increíble que me iba enamorando a cada paso de aquel maravilloso lugar. Mi nombre es Michel Smith, me dediqué durante años a la informática pero siempre me llamó la atención el Sur del continente Americano, yo era el último de la fila de todos los rehenes, delante de mi iba Sara una compañera de trabajo, ella era una rubia que siempre me gustó pero que en ocho años no había podido decirle que era el amor de mi vida, luego estaba Henry un mudo que le llamaban el genio de las ventas, no me pregunten como lograba vender tanto porque nadie lo sabe pero así es, lleva años consecutivos aumentando su récord en ventas en la compañía, el siguiente podría ser nuestra salvación, Alan Albert este muchacho pesa cerca de 150 kilos y si este traslado tiene algún sentido para mi, es que en él llevan la comida para al menos una semana, delante de el están los dos supervisores que nos acompañarían en el concierto.

       El idioma de nuestros raptores era muy extraño pero en cada palabra que decían estaba casi seguro de que nos comerían en la cena y Sara empezó a llorar luego de lastimarse la pierna y sentir que nos esperaba una muerte segura de manos de la tribu, además de que uno de ellos no dejaba de verla como si quisiera empezar a morderla. En todo ese recorrido vimos el Salto Angel, la caída de agua más alta del mundo, luego pasamos cerca de los famosos jacuzzis del Roraima, vimos una serie de pozas naturales dónde nos refrescamos, bebimos agua del lago de los encantos, disfrutamos de la vista del cañón del diablo, y subimos a la famosa "Proa" (El punto más alto del Tepui), llegué a pensar en un momento que nos estaban dando un paseo por aquellas maravillas.

       Llegamos al valle de los cristales allí conocimos las formaciones de cuarzo y el denominado punto triple, dónde convergen las tres fronteras de Venezuela Guyana y Brasil, luego nos encontramos con el resto de la tribu y el nativo que nos guio por todo el trayecto se acercó a su jefe y con un extraño gesto nos señaló a todos y el resto de la población corrieron hacia nosotros y nos llevaron cerca de una churuata encendida dónde posiblemente nos cocinarían, con una señal con la mano y señalando hacia sus bocas nos pareció que había llegado nuestro fin, cuando en ese momento llegaron dos camionetas jeep rusticas con cámaras de televisión y fuimos llevados hasta un lugar turístico llamado "Los Pericos" allí había la mayor cantidad de ésta especie de aves. Esta fue la ironía del viaje a esa hora aproximadamente estaríamos disfrutando del concierto de la banda "Los pericos" y estábamos prácticamente en un paraíso con el mismo nombre, disfrutando de un lechón asado con indígenas con una cultura de más de 500 años y bailando al ritmo de un tambor de esas tierras legendarias.