Gusto en saludarles, hoy fue un día de estar con la familia, el afamado día de las madres por fin llego. Así que pasamos el día con las abuelas, que nos hacían espera ansiosas, por lo cual al llegar mi hijo entrego los obsequios que habíamos comprado para ellas, y que aunque parecidos mantenían el toque personal que se adecuaba a la forma de ser de cada una .

Como es de esperarse a mi también me entrego mi regalo, el cual con su papá y abuela habían planificado, un hermoso dibujo de un rinoceronte, un chocolate, un pequeño porta-cosmeticos y unas medias, después de entregármelo repetidas veces me pregunto si me había gustado, a lo cual respondí que sí, ya que siendo tan pequeño había planificado parte de los obsequios y otra parte la había hecho el.

Aunque los planes no fueron cumplidos a cabalidad por la lluvia que permaneció gran parte del día, logramos reunir a mi familia y la de mi esposo en un maravilloso compartir en la casa de mi suegra donde contamos anécdotas y pasamos horas agradables de compartir en familia.

Días como estos siempre me hacen recordar todos esos momentos preciados de compartir con mis hermanas y padres, haciendo manualidades de niña para poder obsequiar algún detalle, cantando o escribiendo cartas, esos regalos que llevaban días de planificación para poder dar una sonrisa a nuestra mamá, situación que hoy puedo vivir con mi hijo y que seguramente en algún momento viviré con mis nietos. Y aunque comparto el dicho que todos los días hay que celebrarlo con nuestros padres, estas fechas específicas nos hacen salir de lo cotidiano.

Después del compartir llego el momento de regresar a casa, sin embargo antes de poder descansar mi esposo nos llevó a mí y al pequeño de la casa a comer un delicioso pollo a la canasta el cual disfrutamos y nos dejó satisfechos para poder descansar.