Hoy quiero compartirles una parte de mi día de ayer Domingo 19/09/21. Menciono que solo una parte porque quiero resaltar lo más importante, lo que hace que cada día me levanté y siga luchando sin rendirme, lo que me da fuerzas para seguir adelante.

Se trata de una salida que realicé con mi familia, donde pude disfrutar de cada segundo que mi hijo, que mi pequeño Alfa brincó, sonrió, en si que disfrutó en el parque.

El lugar seleccionado por el mismo se encuentra ubicado en el CC la Vela, lugar lleno de atracciones para los más pequeños.

Desde que salíamos de casa su emoción era impresionante, solo hablaba de todo lo que haría en el parque " ***voy a saltar en el brinca y guiii por el tobogán, los carros***, en sí ya tenía planificado su día de juegos.

Al llegar al lugar solo se escuchó su grito de felicidad:

se quitó los zapatos, me pregunto si se quitaba el tapabocas, por supuesto le dije que no,y el como bebé en crecimiento en época de pandemia lo entendió sin problemas, extendió sus manos para colocarle el gel antibacterial, agarró a su hermana y corrieron al tobogán.

Luego fue un desenfreno de felicidad, había tanto que hacer que no se decidía y jugaba solo minutos en cada atracción, mientras veía a los lados para ubicar su próximo objetivo.

Su felicidad y disfrute fue tanto que como escorpión llorón que soy y sentimentaloide, no pude evitar que se me escaparan algunas lágrimas, pero saben, disimulando un poco la cuestión, aunque no logré que mi esposa no lo notara, además que 8 años de matrimonio no pasan en vano, ella solo me dijo:

Solo por momentos así siempre estaré agradecido a Dios y a todos mi Santos, por las pruebas y la fuerza que me dan para seguir adelante, por tener ese pequeño momento de felicidad reflejado en mi alfita, por mi familia, por el amor que siento por ellos y el que me hacen sentir, por ese abrazo cada día que llego a casa del trabajo, por ese:

Se que no es un diario completo como se acostumbra en la comunidad, y que fueron pocos las imágenes que compartí, pero quise disfrutar el momento visto directo por mis ojos y no a través de una pantalla de celular. Además, que me dió tanta pena por el resto de los padres que estaban en el lugar, todos metidos de cabeza en sus teléfonos, sin compartir ese momento con sus hijos, momentos que en un parpadear no se repetirán porque los hijos crecen muy rápido.

Gracias por visitar mi post. Un abrazo lleno de agua de playa para todos, y que esa felicidad que siento yo, esté siempre en la vida de todos nosotros.