Feliz lunes para todos los miembros lectores de esta bella comunidad. Hoy les comparto una historia de mi vida la cual me hizo reflexionar mucho y me dio una leccion de amor.

La Nobleza de un Niño

Tengo un sobrino que desde pequeño ha vivido conmigo y se caracterizó por ser un niño súper cariñoso, alegre y juguetón todo un caballero galante y cortes. Cada día me hacia reír con sus ocurrencia y por sus galanterías con apenas 5 años era el consentido de mis amigas.

Un día veníamos de Caracas y me dijo que tenía un dolor en su dedo, al verlo era una pequeña burbuja y yo le dije que no era nada sin embargo esa noche se despertó llorando del dolor y el dedo estaba horriblemente hinchado e infectado. Apenas amaneció lo llevamos al hospital y lo vieron en la sala de cirugía menor. El doctor dijo que no agarrara anestesia y lo empezó a limpiar mientras lo sujetamos con fuerza, el lloraba y gritaba y era tanta la impotencia de no poder ayudarlo.

Pero allí no termino todo esa misma semana le vi una pequeña costra en la cabeza ya yo iba de salida hasta el día siguiente y mi mama quedo en llevarlo al doctor nuevamente. Cuando llegue en la mañana lo vi con su cabello rapadotenia varias ronchas infectada al parecer se formaron larvas y había que limpiar y depurar. Dificil describir su dolor recuerdo que le dijo al doctor antes de iniciar que el quería resar un padre vuestro y el asento y oro connosotros y comenzó a limpiarlo nuevamente sin anestesia. Esta vez si le colocaron tratamiento con antibióticos y había que limpiar diariamente.

Ese fin de semana en familia decidimos ir al Santuario de Betania ubicado entre Cua y San Casiliro. En la entrada compre flores para la virgen y llegamos al altar cada uno oro en silencio. Al final le pregunte si había orado y me dijo “si” entonces le dije
¿Le pediste a la Virgencita que te cuidara pata que te cures pronto?
El niño me miro con mucha ternura y me dijo contento
¡No, yo le pedí a la Virgen que a ti nunca te pase lo que me está pasando a mi!
Al oír esas palabras no pude evitar llorar al ver tanta nobleza y tanta pureza junta.
El me dio una lección ya que me di cuenta de mi egoísmo el a pesar de su dolor no pensó en el sino en el bienestar de la persona que ama. Una gran lección. Definitivamente si los adultos pensáramos como niños el mundo sería un mejor lugar

Gracias a Dios él se recuperó y nunca más le volvió a pasar algo asi.

Espero les haya gustado mi historia.
Todaslas imagines son de mi teléfono y adaptadas en mi pc