Según las investigaciones y las historias de la anterior humanidad la vida existía bajo las profundidades del inmenso y oscuro mar, antes de la humanidad, coexistían infinidades de seres tan impresionantes, que el ciclo de la naturaleza se cumplía de manera terrorífica, la supervivencia del más fuerte era una competencia por quien estaba en la cúspide de la cadena alimenticia; sobre la tierra no había vida alguna sino hasta miles de años después. A pesar de las cantidades de tierra el planeta era predominado por el agua y sus habitantes, muchos pasaron a la historia y otros evolucionaron; para el siglo XXI fueron seres de asombro para la mayoría de las especies. “Poca masa para mucha agua, jamás paso por la mente de alguien que la vida pudiera vivirse de lo más tranquilo bajo el agua”. Una teoría que se sostuvo durante mucho tiempo se hizo realidad, otras son solo hipótesis. La humanidad dice que el pasado fue pisado, pero nosotros los híbridos sostenemos que el pasado se hundió como el Atlantis.

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Lo que ocurrió después es un misterio para mí, en los años que tiene la estación acuática de supervivencia de la especie Z1555, nunca se habían topado con un biólogo que perdiera el conocimiento en pleno ascenso.
¿Cómo le explicas a tu tripulación tu pérdida de conocimiento?
Es fácil preparar a muchos híbridos para hacer investigaciones en la superficie, pero cuando envías al banco con mayor ADN humano, reconoces que las posibilidades de seguir realizando cruce para crear ese ser capaz de apoderarse de las profundidades
¿En dónde se encuentra la estación acuática?
(…)
Cuando digo las profundidades, me refiero a que frente a todos los cataclismos al hombre no le quedó de otra que crear un laboratorio acuático, seguida de una estación y posteriormente un continente acuático, conservando la fauna marítima que nos rodeaba, lo más importante, sin contaminar y siempre buscando la forma de retomar los suelos que antes pertenecían nuestros dominios. Por otro lado, es necesario reconocer que gran parte del océano ya no es un misterio, no obstante, hay zonas a las cuales es mejor no acercarse.