Reciban todos un cordial y afectuoso saludo, espero que se encuentre genial 💗. Agradecida con Dios Padre por ésta nueva oportunidad de vida que me ha regalado junto a mis familiares y amigos además de todas las añadiduras del día de hoy 🙌🏽.

Pues en ésta estupenda oportunidad, me encuentro por acá para unirme a la dinámica de hoy bajo la temática de #Escritura y así compartir un cuento creado por mí el cual trata referente a un padre de familia joven que estaba dejando pasar su vida sin darse cuenta 😱.

Por tal razón, he decidido titular mi cuento 🙍🏻‍♂️ El joven apresurado🏃🏻. Les invito amable y respetuosamente a que sigan leyendo mi post para que se den cuenta porqué lo digo, además estoy segurísima de que éste cuento nos dejará una gran enseñanza ☺️.

Ya sin más por añadir, mi cuento dice así...

Érase una vez un joven llamado Marcelino el cual tenía una familia muy hermosa, vivía con su esposa Claudia y con Mía (la hija de ambos). Marcelino a pesar de tener un buen empleo siempre fue muy humilde al igual que toda su familia.

Una tarde Claudia estaba muy preocupada porque ya casi caía la noche y Marcelino aún no regresaba a casa, ella lo llamaba y nada que le contestaba el celular (lo que la dejaba más pendiente porque él siempre le atendía las llamadas sin tardar).

Después de varias llamadas, llega Marcelino. Y ella muy angustiada se le va encima y lo abraza diciéndole con voz triste:

– ¡Amor! ¿Dónde has estado? Te he llamado toda la tarde y no me atendías, me tenías muy preocupada.

Marcelino muy contento le responde sonriendo:

– Lo sé amor, lo sé. Y te pido perdón por eso, lo que pasó fue que estaba en una reunión muy importante y por eso tuve que colocar el teléfono en silencio.

Además que si lo hubiese escuchado tampoco te hubiese podido atender porque te repito que la reunión era súper importante. Ya yo tenía semanas esperando esto, sólo que no había querido contártelo porque estaba esperando que lo confirmaran.

Claudia muy intrigada y pensativa le responde:

– ¿Si? Bueno amor pero ¿Qué pasó? ¡Cuente a ver! Mire que me tiene acá con el alma en un hilo.

Marcelino: Siii amor, bueno lo que pasa es que desde hace ya varios días el jefe me había dicho que quería organizar una reunión donde iba a tratar muchos puntos en donde iban a haber muchos cambios y que dentro de los cambios estaba un ascenso para mí.

Claudia: ¿Qué? ¿De verdad mi vida? O sea no te lo puedo creer, de seguro y hasta estás bromeando conmigo.

Marcelino: ¡No amorcito! De verdad, mira ¿Para qué voy yo a jugar con algo así?. Precisamente esa era la reunión en la que estaba y sí amor, efectivamente el jefe me ascendió y nada más y nada menos que de gerente.

Claudia: ¡Waaaooo amor! Que bueno felicidades por tu ascenso, de verdad que te lo mereces porque eres una gran persona y excelente trabajador.

Ellos muy contentos celebraron todos juntos en familia. Tiempo después; Marcelino ya no pasaba tiempo junto a ellas como solía hacerlo antes siempre era trabajo, trabajo y más trabajo... Cuando por fin pensaba tener un descanso lo llamaban para algo del trabajo.

Claudia y la pequeña estaban muy afligidas porque incluso ni siquiera para las actividades escolares de Mía le daba tiempo de asistir (algo que antes de el ascenso nunca llegó a faltar, siempre era el primero en estar allí apoyando a la niña).

Ahora no tenía tiempo de nada, todo era un apuro y un completo estrés sólo le daba chance de dormir y de broma. Claudia un día ya exhausta de la situación rompe el silencio en llanto diciendo:

– Marcelino, ¿Hasta cuando seguirás así? Ya no puedo más, tu hija está muy triste porque ya no pasas tiempo junto a nosotras como antes siempre está pendiente del trabajo y cuando por fin decides salir con tu familia pues pasa que te llaman de el TRABAJO.

De verdad que ya no aguanto más, pues yo entiendo que es tu trabajo y que debes cumplir labores allí porque de ahí es de donde viene nuestro sustento.

Pero así como tú familia entiende eso, ellos de igual manera deben entender que tienes una familia a la cual debes dedicarle tiempo y espacio también. Ya han pasado 6 meses desde que te ascendieron y desde ese entonces es ésta situación.

Marcelino, por favor entiende que nosotras también te necesitamos. La vida se te está pasando, tú hija va creciendo y yo, yo la verdad estoy muy deprimida con todo esto pues no me he sentido bien.

Debes hablar en tu trabajo para que por favor respeten tus horas de descanso, ya no puedes seguir así; sino cuando menos lo esperes y te des cuenta ya nuestra hija estará grande con su familia formada y tú ni pendiente por estar apresurado en tu trabajo.

Marcelino, con el corazón destrozado por todo lo que terminaba de escuchar simplemente dijo con su voz quebrada:

– Tienes toda la razón mi amor, perdóname por favor. De verdad yo no quería que te sintieras así, me duele mucho lo que has dicho porque sé que es la realidad. Mañana mismo hablaré en mi trabajo, porque mi familia es tan importante como lo es mi trabajo. Las amo.

Claudia: Que bueno que hayas recapacitado mi vida, no tengo nada que perdonarte porque sé que te esforzaste mucho en tu trabajo por nosotras. Gracias por eso y también te amamos muchísimo.

En ese momento llamaron a Mía y le dijeron que todo iba a ser como antes que iban a volver a ser una familia feliz y se abrazaron muy fuertemente. Al día siguiente, Marcelino fue a platicar con su jefe y le dijo:

– Buen día jefe, ¿Cómo amanece? Hoy me dispuse a llegar un poco más temprano de lo usual porque con todo respeto necesito hablar con usted referente a varias cosas que han estado ocurriendo.

El jefe un poco sorprendido y al mismo tiempo intrigado le responde:

– Buen día Marcelino, yo muy bien gracias a Dios. Que bueno que pienses así y seas precavido por eso digo que eres una pieza muy importante en éste rompecabezas, eres uno de mis mejores trabajadores. Así que cuéntame, ¿Qué sucede?

Marcelino un poco nervioso y tembloroso, pero lleno de valor comenzó a contarle todo lo sucedido con su esposa el día anterior y al terminar de expresar sus sentimientos y lo incómoda que se sentía su esposa con toda la situación, su jefe le respondió:

¡Wao Marcelino! No tenía ni idea de que todo eso estuviera sucediendo en tu casa, en realidad comprendo a tu esposa yo en su lugar también habría reaccionado de la misma manera.

Te pido perdón por todos estos meses que te hemos robado a tí y a tu familia, no tengo palabras para expresar lo que siento en estos momentos, yo me comprometo a que no volverá a ocurrir. Tómate el día libre y ve a contarle esto a tu familia.

Marcelino muy contento por la respuesta que le había dado a su jefe lo abrazó, le dió las gracias, se despidió y salió inmediatamente del lugar a contarle a Claudia y a Mía la respuesta que le había dado.

Al llegar a casa, llamó a la esposa y a la niña. Ellas se sorprendieron de verlo temprano en casa y le preguntaron que había sucedido y el muy feliz y contento comenzó a contarles todo lo que le había dicho el jefe.

Ellas se alegraron en gran manera y lo abrazaron fuertemente dándole las gracias y diciéndole lo mucho que lo amaban. Ese día organizaron un picnic y se fueron a compartir en familia, verdaderamente de allí todo cambió y nada fue como antes... ¡Sino mucho mejor!