Hoy te comento querido diario un hecho cotidiano, firme, obligado, indetenible, que a todos, con todo y lo vivido, nos cuesta asumir. Me estoy refiriendo a los cambios.

_{Diseñada por @aguilamayor en power point}

Desde la gestación estamos en un permanente cambio, y al nacer lo hacemos de determinado tamaño, crecemos hasta llegar a un máximo y luego empezamos a encogernos un poco, por pérdida de masa muscular y líquido. Es parte del cambio.

_{Mi propio cambio. Foto familia y @aguilamayor}

A lo largo de nuestra vida experimentamos muchos modelos de cambio: un cambio de residencia, un cambio de escuela o de maestra, cambios de amistades, cambios de empleos, cambios de jefes o empleados, cambios atmosféricos, cambios de horarios. A cada uno de esos cambios terminamos adaptándonos.

_{Mudanza. FUENTE}

Ahora bien. También llegan una serie de cambios a los que hacemos resistencia, nos negamos con cierta firmeza a que ocurran y tienen que pasar sucesos importantes para fluir con esa invitación a cambia. Allí entran: creencias religiosas, políticas, nuestras propias verdades, creer en humanos, creencias de pareja, creencias familia… Todas estas constituyen un gran reto, dependiendo del grado de intensidad con que se establecieron la primera vez y como las defendemos, al punto de poner todo eso por encima de nuestra felicidad. Preferimos tener razón que ser felices.

_{Negarse al cambio de actitud. FUENTE}

El cambio más rudo y el que es muy cuesta arriba, es el cambio de actitud. La respuesta que le damos a cada acontecimiento, suceso o circunstancia. Y la mejora sustancial o significativa de cada ser humano como persona, es evolucionar en actitud. Al final se manifiesta en forma de cambio de humor, entre otras cosas.

_{Cambio de humor. Foto @aguilamayor}

Si esto es normativa de vida ¿Por qué nos cuesta cambiar querido diario? ¿Por qué nos negamos al cambio? Bien, el enemigo a vencer es el miedo. Aquí se abre una abanico de posibilidades de caminos a tomar, mas todos basados en el miedo. Miedo a perder, miedo a reconocer que no tengo razón, miedo a la pérdida de poder, miedo al qué dirán,… y la lista continua, y de seguro Ud. amigo lector, asumirá los suyos que estén o no en esta lista.

_{Miedo al cambio. FUENTE}

Y es que todos llegamos al momento que no adaptamos a las circunstancias, le conseguimos el lado soportable, lo convertimos en positivo, fabricamos una zona de comodidad y luego nos negamos a salir de ella, para volver a empezar con otro proceso parecido. Por supuesto allí nos conectamos con lo que nos costó estar donde estamos y el no querer vivir algo así de nuevo, envés de conectarnos con todo lo aprendido en el proceso o en el ser triunfador en el que nos convertimos, el cual, no tendría el mínimo temor de iniciar algo nuevo, a sabiendas de la parte positiva de todo esto.

_{Cambiar es triunfar. FUENTE}

Gracias por aceptarme diario, y a los que leen les dejo esta frase: “Lo que no cambia se estanca, lo que se estanca se pudre, lo que se pudre se muere, lo que se muere se pierde… el precio a pagar por la negación es alto”.

Gratitud a @wilmer1988, @adeljose, @albenis, @edlili24, @inspiracion, @tocho2, y @anasuleidy... sigan apoyandonos.

@steemcurator01, @steemcurator03, @steemcurator05