La relevancia del viaje como actividad humana y un poco sobre mí.
Estimada comunidad: revisando mis notas, me acabo de percatar que no me presenté con ustedes. Más allá de lo que indica mi perfil que, en ese esfuerzo por “sintetizar” datos biográficos, en realidad se cumple con un espacio de redacción que otorga la plataforma.
Independientemente de ello es menester comentarles un poco sobre mi persona. Y que ello vaya más que meros datos.
Hablamos de un esfuerzo por conectar mi esencia del ser, por medio de mis palabras. De hecho, desde que recuerdo, esa ha sido mi vocación.
Les comparto que soy Abner Pantoja. Que nací en Jalisco, México; aunque, en esas migraciones propias de las familias, recorrí y viví en varios lugares del país. Actualmente vivo en B.C.S., México. Es fácil de localizarlo, es la península en el noroeste de México.
En ese periplo territorial y existencial, desarrollé mi personalidad y encontré mis sueños. contrario a lo que pudiera pensarse de un “viajero”, suelo ser una persona “ermitaña”. No en vano que una vez que me instalé donde actualmente vivo, ya no me moví.
Quiero decir que pude hacerme de una casa y en ella construir mi biblioteca personal. Mis libros son ahora ese pasaporte a otros mundos. Las palabras son el vehículo que me permite trasladarme por el mundo fantástico.
Precisamente son las palabras, aquella que aprendí a leer y escribir, como la primera: “octubre” y las que le siguieron en cuentos, poesía y novelas; las que conforme fui creciendo, despertaron en mí la necesidad casi evocativa de escribir.
Esto es, en algún momento de mi vida decidí dedicarme al oficio de la escritura.
Precisamente, cuando llegó el momento de decidir sobre la carrera que iba a estudiar, investigando opté por la opción de Filosofía. Ella me daría una visión humanista del pensamiento humano y sus alcances estéticos, en un plano social.
Esa carrera me invitó a leer y escribir mucho.
Una vez terminada la carrera, me dediqué a muchas cosas, unas no tenían que ver con la Filosofía en tanto que labor profesional, sino con las preocupaciones humanas básicas como comer. Aun así, en su momento y actualmente me dedico solamente a escribir.
Esa necesidad de plasmar ideas por escrito, me hizo llegar a ustedes y, aquí me encuentro en estos momentos escribiéndoles, acompañado de una taza de café. Compartiéndoles un poco de mí y mis ideas que, con el paso del tiempo espero profundizar.
Por el momento contarles que curiosamente, mañana haré un pequeño viaje, muy corto; y me hizo recordar un libro que leí hace tiempo y tiene que ver precisamente sobre los viajes. Debo confesar que es un libro muy interesante de Nooteboom (2007), de una calidad literaria; además.
Me lo llevaré para el camino, y estar ad hoc con el momento. A veces, salir y respirar aire, es muy bueno para el cuerpo, la mente y el espíritu. A propósito, les comparto otro rasgo de mi naturaleza existencial: me gusta caminar.
Toca despedirme por el momento para leer artículos de ustedes y dada la pertinencia, hacerles comentarios para nutrir nuestra conversación por este medio. Un saludo afectuoso a todos los que me lean. No dejen de escribir y compartir sus ideas.
Referencia
Nooteboom, C. (2007). Hotel nómada. Random House Mondadori.