Experiencia personal que me llevó a pensar sobre el dinero y la salud
Estimado lector y compañero escritor, en ésta oportunidad quiero compartirles una reflexión que resultó ser inevitable, dada la experiencia personal que tuve ésta mañana y que básicamente tiene que ver con la relación entre las finanzas y la salud.
Primero, es necesario un contexto: sucede que surgió la necesidad, de que mi madre recibiera asistencia médica (nada grave, habría que precisar), y dada la naturaleza de la atención y el entorno de la salud pública, tuvimos que asistir a un consultorio particular.
Es en éste punto donde surge la semilla de la reflexión que señalaba. La necesidad de atención por temas de salud de mi madre, lleva a la tarea de revisar nuestro presupuesto. Ello me lleva a pensar en las dificultades que todos enfrentamos en éste punto.
Más que el “poder adquisitivo”, quiero que meditemos sobre el concepto de “riqueza financiera”. De acuerdo a Olmedo (2009), deriva de una interpretación subjetiva de lo que entendemos como “riqueza personal” y que tiene que ver con la premisa de la valoración.
Independientemente del costo que nos dieron para el tratamiento que requiere mi madre 8insisto, no es algo delicado o grave), la experiencia de hoy me hace pensar que el valor es justo. Es decir, sin duda rebasa nuestro presupuesto actual, sin embargo; confío en que conseguiremos recursos.
La lección que nos deja todo esto, ¿cuál es?, que sin duda alguna, debemos tener un plan de ahorro que sea de mayor cantidad, puesto que como seres humanos que vamos envejeciendo, el costo de la salud, se eleva y nosotros valemos.
Referencia
Olmedo, F, D, L. (2009). Las finanzas personales. Revista Escuela de Administración de Negocios, (65), pp. 123-144.
Prefiero ahorrar a pedir prestado. Nunca pido dinero prestado.
Esa era más o menos la esencia del mensaje en mi texto, inculcarnos el hábito del ahorro. Eso sí, hacerlo mediante una estrategia. Es decir, no sólo ahorrar porque sí, sino con objetivos claros. Y, sobre todo, con miras a largo plazo. Así no pasará uno experiencias como las que viví el día de ayer. Un saludo cordial.
Tienes razón en lo del ahorro, solo que en nuestro caso, por ejemplo en países en los que la inflación es muy alta, o la moneda carece de valor, hay que hacerlo pero de forma inteligente, por ejemplo creo que en lugar de ahorrar, yo lo veo mejor como invertir en algo que nos brinde un retorno del que podamos incluso estar disfrutando, por ejemplo en Venezuela no se puede guardar "bolívares", y últimamente tampoco dólares, entonces sale mejor invertir en algo que se revalorice, claro, cada quien debe ver bien cómo hacerlo para evitar precisamente esa devaluación de lo que se pretende ahorrar.
Espero que puedan encontrar pronto los recursos, gracias por compartir 🙂
No había tomado en contexto y consideración el tema de Venezuela. Un servidor es de México. Respecto a su comentario, creo que el consejo es muy valioso. No lo había contemplado del todo, lo que tiene que ver con la inversión. Voy a revisar áreas de oportunidad que pueda encontrar. Y, créame que en México las cosas también están complicadas, más los latinoamericanos sabemos salir adelante. Un afectuoso saludo.
Sí, entiendo, lo que pasa es que el caso de Venezuela es bastante extremo, la moneda que circula comúnmente en la actualidad es el dólar, aunque no sea la moneda oficial. Pero tienes razón la crisis es a nivel general en Latinoamérica.
Saludos igualmente.
Una de las cosas que me llaman la atención de las “criptomonedas” es esa posibilidad que pudiera uno aprovechar para gestionar más el dinero. Es algo que, aunque no entiendo mucho aún, me intriga positivamente. En fin. Como sociedad debemos ser capaces de crear contrapesos y ello es a través del impulso del cambio de conciencias. Le hablo desde la Filosofía Política, que es algo que estudié.
Sin duda alguna amigo, aún cuando yo no estoy de acuerdo con aquel personal de salud que pone precios sumamente elevados a sus consultas o su atención, es claro que el poder recibir atención médica de calidad siempre valdrá cada céntimo, porque sin salud para que querriamos el dinero.
Muy buena reflexión amigo. Saludos
Sucede que es algo que va más allá del “libre mercado” u “oferta/demanda”. Con lo que me quedo de su comentario es la parte en donde comulga conmigo en que es bueno recibir un servicio de calidad, más si se trata de salud. Y qué decir que, en el caso concreto que les compartí, se trata de mi madre. Con los de ésta comunidad estoy aprendiendo mucho. Un saludo afectuoso.