Armado sillas y lluvia.

Buenas noches estimados lectores de where-in, hoy hablaré de mi día de trabajo, sin más que decir empecemos.

Hoy en la mañana me despierto un poco antes de la alarma del celular y empiezo a la rutina: voy al baño, me cambio de ropa, pongo a calentar las arepas, guardo todo lo que voy a llevar, desayuno y reviso la bici. Me iba a ir pero me llegó un mensaje de Harrison que se ya me iba y le dije que si para luego irme.

Llegué a la calle 54 con 17 y empieza a llover a si que me pongo donde no me moje a esperar que escanpe, mientras me puse a revisar el celular y veo que me había enviando un mensaje de Harrison diciendo que fuera a buscar la llave en la bomba cerca del metrópolis. Me tuve que devolver culpa mía ya que no lo revise antes de irme a si que me fui a buscar la llave.

Encontré el auto me dio la llave y me fui al negocio, al llegar abrir el negocio, me puse a barrer, limpiar las sillas llenas de polvo, acomodar las sillas donde van, sacar el aviso y me senté afuera a usar el celular mientras esperaba a que llegarán clientes.

Se hicieron las 12 y había atendido a 5 clientes que preguntaban por las sillas y les respondía a todas sus dudas. Llegaron a esa hora los jefes.

Después de que llegaron yo me puse a almorzar 2 cachapas con queso que había traído.

Después de esto me puse a limpiar una silla que ya es la tercera vez que la limpio con espuma de jabón y todavía la parte de abajo tengo que pasarle otras agua de jabón más.

Empezó a llover cuando termine con la silla a si que tuve que guardar las sillas y las que estaban afuera de muestra las metí, estuvo como 3 horas que iba y venía la lluvia.

Mientras llovía Harrison me enseñó a armar una silla que no había armado antes, luego que me enseñó yo me puse a armar una y pude con unas pocas complicaciones con los tornillos.

Como a las 3:30 movimos los muebles, mesas y sillas para hacer espacio en el negocio.

Y a las 5 cerramos y nos fuimos, los jefes me dieron la cola hasta la 48 cerca de la avenida Venezuela y de hay me fui a la casa.

Gracias por leer este corto post, espero que les haya gustado mi anécdota de mi día de trabajo, sin más que decir me despido con un abrazo sicológico hasta la próxima vez CHAO.

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