TopFamily. Jueves 06/10: "Una Foto, Una Historia."

Es difícil de creer, pero a mí no me gustaba el café negro, el sabor como tal no lo resistía, y sí, era muy mala boca, pero con el pasar del tiempo eso fue cambiando, fue cuestión de acostumbrar mi paladar al sabor, para perder la mala costumbre, ahora, hoy en día me encanta tomarme una taza de café, más que todo en la mañana, por la tarde y la noche no me gusta, la cafeína después no me deja dormir.

Mi primera taza café fue repugnante para mí como el olor del vinagre, pero con el tiempo fui cogiendo el gusto, pero también me animé para hacer recetas, de tal manera que me costara menos acostumbrarme al sabor del café negro. Ni siquiera aguado me gustaba, prefería no tomar nada, ahora, el helado de café si me encantaba, pero claramente el helado lleva no solo café sino otras cosas que dan otro sabor y esencias que ayudan a complementar el sabor inicial.

Había una receta que se llamaba torta de helado, a simple vista se ve que es una torta que en cualquier parte de la preparación se le agrega el helado, como no tenía helado decidí sustituirlo por café negro frío, pero congelado, no el bloque de hielo, sino café negro batido en licuadora, se congela, se espera un tiempo, se saca se vuelve a batir y así se repetía el proceso unas cuatro veces, aunque no pareciera el sabor y la contextura cambió.

El experimento me gustó, no esperaba que el resultado fuera el mejor al cambiar un ingrediente que creo era clave en el sabor, finalmente me gustó y quedo con un sabor bastante bueno, aunque con helado creo que no hubiese estado mal, seguramente el sabor fuese muy diferente y quedaría mejor, pero nunca esta de más inventar jaja.

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Invito a: @rengus, @franmathey05 y @jjqf