Top Family nueva dinámica diaria cinco palabras: Sangre, Exámenes, Salud, Vida, Resultados / Por @paholags / #Club5050
Saludos amigos de #TopFamily
Cuando hacemos referencia a los exámenes de sangre; inmediatamente me trae un recuerdo que hoy día, me causa risa pero cuando sucedió, fue un momento de susto. No obstante, a pesar de todos los años que han transcurrido, no me gusta cuando tengo que sacarme la sangre porque las inyecciones me generan bastante temor.
El recuerdo que me trae esta temática es que cuando tenía aproximadamente unos 6 o 7 años, estaba mal de salud y el doctor, solicitó que me hicieran unos exámenes de sangre. Cuando llegué al lugar, todo estaba bien, de hecho, iba muy alegre pero, cuando vi que la enfermera sacó la inyección, esa alegría desapareció y comencé a llorar.
En medio del llanto, mi papá y otra enfermera me sostenían pero en vista de que no me dejaban tranquila, fingí que me desmayé creyendo que de esa manera, no me iban a inyectar pero mi plan falló porque cuando hice eso, la enfermera dijo que ese era el momento. Toda mi familia siempre se ríe por esa historia.
Mientras esperábamos los resultados, mi papá me compró un jugo de guayaba y decía que me calmara porque ya todo había pasado pero yo estaba muy molesta con él porque a mi juicio, él había permitido que me pincharan.
Las anécdotas en mi vida con las inyecciones son largas porque, cuando estaba más pequeña (en este caso no recuerdo lo sucedido); una tía me contó que a mis 3 años de edad, mi abuela me iba a colocar una inyección en la nalga; ella relata que fui muy emocionada a la habitación de mi abuela y me bajé mis calzones con mucha tranquilidad pero en lo que sentí que la aguja me pinchó, el grito que hice se escuchó en toda la urbanización.
Sin duda, mi vida y las inyecciones con el paso del tiempo han tenido una relación de amor-odio, sin embargo, comprendo que estos exámenes son necesarios para poder detectar que todo en nuestra salud esté marchando muy bien.
Vaya qué tienes cuentos e historias. En mi familia cercana no le tenemos miedo a las inyecciones de hecho mi mamá nos enseñó a inyectar, decía qué uno nunca sabe cuándo puede ayudar a alguien. Excelente uso de las cinco palabras. Muchisimo éxito y un abrazote @paholags
Jajajajaja desde chiquita, las inyecciones y yo nos caímos mal.
¡Muy bueno eso amiga! Ayudar a alguien, siempre es una bendición