Luisita y yo logramos escapar de esa gran jaula donde nos tenían encerradas. Desde hace unos años, casi cuando salimos del cascaron.
Nos cuesta ubicarnos pero ya hayamos el rumbo. Grito: apúrate Luisita, vienen por nosotras.
Mi hermanita casi desfallecida del cansancio, responde: me falta el aliento.
Espere un ratito mientras descansa. Sé que esta viejita y no nos alimentaban. Pero no debemos quedarnos aquí porque nos van a encontrar.
Luisita oye, nos llaman. Si es nuestra familia y dicen que van al sur. Muévete, muévete.
No creo que yo lo logre Mary, pero sigue tú y déjame aquí.
No nunca, te dejare sola. Seguiremos poco a poco, y encontraremos a esa bandada que nos llama.
¡Aquí estamos! Gritamos las dos a la vez. Que alegría volver a casa.
Aquí vamos juntos a nuestro hogar, se llama la Laguna de la Restinga.

Espero que les haya gustado, es un llamado a preservar a los animales en extinción, a no tenerlo en cautiverios y dejarlos vivir en libertad.