La comida es un elemento muy importante al momento de servirnos como punto de referencia de los entornos en los que se desenvuelven los seres humanos, estén estos relacionados con el campo, el mar, o la ciudad.

Imagen @lanzjoseg

Estrechamos lazos con nuestras familias, nuestros amigos, nuestros vecinos a través del compartir de momentos en los que la comida juega un papel preponderante.

Así, podemos ver fiestas de cumpleaños en los que los pasapalos, los platillos, los pasteles y bebidas otorgan el toque perfecto para que se lleven a cabo con la total plenitud que la cita amerita.

Las épocas de la Semana Mayor, las celebraciones de Navidad y Fin de Año requieren de unos platos acordes a la fechas de la celebración.

En la Semana Mayor, según reza la tradición religiosa se evitan las carnes rojas y se privilegia el pescado. Un pastel de chucho es muy propicio para la época.

Los diciembres, se caracterizan por su parte, por desplegar una gran variedad de ricuras al paladar, como lo son, en Venezuela, las típicas y sabrosas hallacas, sin dejar de lado el pavo relleno, los dulces de lechosa, la ensalada de gallina, la torta negra, el ponche andino y pare usted de contar.

Y en la ocasión que nos ocupa, es decir de la foto con los pinchos, no dejo de pensar en esos paseos que hacíamos en familia a la playa y en los que nunca faltaba una parrilla con unos buenos pinchos que se preparaban al ensartar en una vara de madera una diversidad de carnes, que bien podrían ser de carne de pollo, de res o de pescado y mariscos.

Se les colocaba también buenos trozos de pimentón, verdes y rojos, para darle colorido a esta delicia, así como pedazos de bollitos de maíz para acompañar la deliciosa degustación, toda vez que ya cansados de tanto mar nos disponíamos a comer todos a la orilla de la playa, a pleno sol.

Bon apetit!!!