Mi entrada al concurso TopFiveFamily Observa Piensa Escribe/Por @gemamedina

Las plantas buscan sus propios espacios para desarrollarse. Crecen en lugares insólitos, buscan la luz, y para ello se yerguen, se suben, se trepan sobre otras, todo por desplegar sus flores, sus frutos, sus hojas, su poder infinito de sanar, de crear belleza con sus coloridos y aromas, de atraer a pájaros e insectos para que se alimenten de ellas.

Imagen @lanzjoseg
Amo las plantas, sean estas arbustos, hierbas, árboles frutales, ornamentales, grandes o pequeños. Tengo la dicha de vivir en un espacio en el que hay plantas, árboles y flores por todas partes. No hay nada más hermoso que ver cómo crece un árbol, cómo se va desarrollando a través del tiempo a la par que comienza a dar sus flores o sus frutos.

Es de sumo agrado descansar bajo un árbol frondoso. Recibir la energía de su sombra, sentir la frescura del viento que se cuela por entre sus ramas, ver la belleza de su verde intenso. No hay nada más agradable que oír el trino de los pájaros en la mañana al posarse en sus copas y revolotear por entre ramas y copas.

Al despertar en las mañanas puedo observar frente a mi ventana un pino al que vi cuando apenas si tenía tamaño. Sus ramitas pequeñas y su verde claro se fueron haciendo fuertes, oscuras y grandes con el paso del tiempo. Hoy en día es un pino hermoso que recibe la visita diaria de querrequerres, periquitos, choítas, guacharacas que hacen estremecer sus ramajes cada vez que saltan de un sitio a otro.

Este es quizás una de las cosas que más me deleitan del campo: las plantas y los árboles y toda la vida que se genera en ellos, trayendo siempre alegría y felicidad con solo observar un rato lo que pasa a su alrededor.