Hay oportunidades en la vida que se presentan en contadas ocasiones, momentos que se viven mucha por un corto lapso de tiempo, eso es lo que sucede con los niños y su niñez. Siempre escuché a papá decir, " aprovechen a sus hijos mientras son niños, quiéranlos, demuéstrenles su amor, no solo a través de los regalos materiales, sino con obsequios que van más allá de lo tangible, como TIEMPO". Los juguetes pueden dañarse y desaparecer pero los momentos y el tiempo que les dedicamos, jamás se borrarán de su recuerdo y ésta fotografía es un ejemplo, a color, de lo que papá siempre nos aconsejó.

Esta fotografía fue una de esas tardes en la que todos estábamos en casa, Andrea y yo comenzamos a inventar e hicimos en la sala algo parecido a un campamento. A ellos le encantó la idea y comenzaron a ayudarnos a organizar las cosas que íbamos a utilizar. Sacamos sus juegos de mesa. los cuentos , las luces y las hicimos estrellas y también unos juegos didácticos que tenemos para ellos.

Entre el armar la tienda, decorarla por dentro y por fuera, ubicar los libros y los diferentes juegos, el tiempo transcurrió y uno de ellos, "Moisés" dijo, voy a hacer una meriendita y sacó los "sándwiches". A nosotras nos llamó la atención porque ese es uno de los pocos juegos de focalización que utilizamos para reforzar su atención al que menos atiende y poco le gusta jugar, sin embargo; en esa oportunidad, sin que nadie se lo pidiera, él mismo tomó la iniciativa de sacar, preparar y ofrecernos un sandwichito. Fue algo que me dijo, que no importa lo descuidados que parezcan estar y si crees que no están atendiendo las indicaciones e información, ellos te están escuchando. Ese día hasta la fotógrafa comió "sandwichito"