Examen de sangre.

Entrar al cubículo a que el personal autorizado me tome la muestra de sangre para unos análisis de rutina, a pesar de mi edad y de las veces que me han tomado la nuestra de sangre, no me familiarizo con el proceso, aunque trato de no ponerme nerviosa y de prepararme psicológicamente mientras espero mi turno.

Siento que todos los cubículos tienen las mismas características, las enfermeras que toman la muestra tratan de ser lo mas amables posible, mientras observamos como preparan el escenario, empapan el algodón en alcohol y lo ponen en la bandejita, colocan los tubos de ensayo en una rejilla pequeña dándole un ligero movimiento, colocan la banda elástica en la parte del brazo para ejercer presión, además de mantener el puño cerrado, eso facilita que las venas sean visible. La enfermera toca para localizar la vena indicada, luego se siente el pinchazo de la aguja, este último paso miro para otro lado. En realidad el proceso dura poco tiempo pero siento que dura una eternidad.

En cuanto a la enfermera que realiza la extracción de muestra de sangre, considero que debe estar bien preparada, porque mas de una vez he pasado por experiencia de recibir mas de dos pinchazos porque no tienen el tacto para dar con la vena indicada.

Por control de rutina o por emergencia de alguna enfermedad a estos cubículos llegan personas de todas las edades, los niños son los pacientes que le deben tener más tacto para realizar la extracción de la muestra de sangre, de igual forma los ancianos porque parece que las venas se esconden y pueden recibir varios pinchazos.