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Saludos a todos amigos y lectores de la Comunidad Reflexiones de Vida, para mí es un agrado estar por acá con una nueva publicación en esta dinámica de Domingo de Recuerdo, propuesta por la estimada @pandora2010.

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Todos en esta vida tenemos momentos que conservamos intactos en nuestras memorias, bien sea por lo significativo, influyente o especial que hayan resultado para nosotros... recuerdos que nunca olvidaremos.

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Hace un poco más de doce años, mientras me encontraba en la etapa de cortejos con mi esposa, nos embarcamos en un paseo al Monumento de la Paz, ubicado en Trujillo Venezuela. Un recorrido de más de seis horas desde Guanare en vehículo propio. Para aquellos que no lo conozcan, les diré que es la segunda estatua mas alta de america, y la más alta dedicada a la paz en el mundo.

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Ese día salimos muy temprano a eso de las 04:00 horas de la mañana y aunque para ser un simple paseo, eran muchas horas de manejar para mi, no me importaba, pues el andar con ella hacía que ese viaje valiera la pena y cuando del amor se trata, todo cuenta para subir los puntos y mantenerlos bien altos.

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Llegamos allí alrededor del mediodía y la pasamos bien mientras mirábamos el paisaje y comíamos fresas con crema… eran muy buenas y a mi esposa le encantaron. La verdad que es un excelente lugar para pasear. Conservamos muchas anécdotas buenas en torno a ese viaje, pero según mi esposa no tengo derecho a contarlos porque son privados… Solo voy a decir que cuando se anda muchas horas en carretera, por lo general dan muchas ganas de orinar, sobre todo a las mujeres.

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Después de haberla pasado bien en el sitio del destino, llegó el momento de volver y fue cuando vino el caos. Para mí fue fácil manejar hasta allí, pero cualquiera que haya visitado ese sitio sabe que bajar es otra cosa por el ángulo de estas. Al lograr bajar de la montaña donde está el monumento, el carro empezó a fallar, los frenos se cristalizaron durante la bajada, el sistema clutch se averió y el alternador dejó de funcionar… todo un calvario volver.

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Recuerdo que logramos solucionar el problema del alternador y tocó volver hasta Guanare a paso de Morrocoy herido con ese problema del Clutch, sin mencionar que al caer la noche, la neblina cubría toda la carretera y la visibilidad era prácticamente nula… pero para alguien enamorado eso no importó, mientras más tiempo se pasa juntos, más tiempo hay para cortejar y más tiempo para enamorarse. Se está mal, pero al mismo tiempo bien. Al final logramos llegar a nuestro punto de salida a las 06:00 horas del siguiente día.

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• Las fotografías compartidas fueron tomadas con el Blackberry Curve que mi esposa usaba en ese entonces, a excepción de la imagen de la portada, la cual indica la fuente de origen.

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Ha sido un gusto compartir este recuerdo con todos ustedes, esperando que hayan disfrutado la lectura 🙂. Hago invitación a participar en la dinámica a @soyronald, @jenniferm y @paholags.

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