Iba a comentar la despedida, pero ya usted dijo muy bien lo que implica apartarnos de los seres que más queremos. Me quedo, más bien, con la grata impresión de que un ingeniero químico, un hombre de ciencia, nos ofrende un bello poema. Todo ello indica que el alma humana puede albergar los conocimientos lógicos, objetivos, sin dejar de apreciar esas manifestaciones del arte que enaltecen el espíritu. Todavía existen personas que se empeñan en despreciar esas obras tan hermosas poniendo como excusas una supuesta racionalidad objetiva, por eso aprecio tanto su gesto... Éxitos, amigo. Saludos...