¡Ya no estás!
Mis días se tornaron grises, un sabor amargo recorre mi boca y un nudo en la garganta no permite que las palabras salgan.
Entre el dolor y las lágrimas, existe la esperanza. Y aún cuando ya no estás, imagino verte lograr tus sueños, eso me alegra el alma.
*Aunque hoy no corres hacía mi o hacia quienes te amaban, corres hacia los brazos de tu creador. Fueron muchos años en cama, con esa ilusion guardada de poderte valer por ti mismo, un sueño hoy cumplido.
Dolor y llanto fueron nuestros más terribles compañeros, el niño amado ya no está. Tu amor sin duda ha sido un gran regalo que la vida nos dejará.
¿Dónde está? ¿A dónde se ido? Emprendio un viaje sin retorno, donde ya no tendrá sufrimiento, donde su alegría jamás será arrebatada, aún cuando son diferentes sus senderos a los nuestros.
Vuela alto guerrero incansable, luchador de aquella gran sonrisa. Con tus ocurrencias y carisias llenaste nuestros días de alegría.
Ver tu foto me queda, la distancia me aleja, aquel que no vi en tanto tiempo, ya no veré cuando vuelva.
Y lo que más duele, es ya no poder estar junto a ti.
