SEC-S18W4 | My worst holiday travel memory

Recuerdo que en mis épocas de universitario recién cumpliendo sus 18 años solía salir a muchas fiestas del estilo de reuniones relajadas en casa de alguien. Tenía un grupo de amigos que de la nada salían con fiestas y me invitaban y por supuesto sin pensarlo mucho me aventuraba a pesar de qué no tenía dinero porque no trabajaba y de qué no tenía carro estable para dirigirme a los lugares.

Por supuesto la mayoría de las reuniones a la que llegué a asistir estuvieron buenas, sin embargo no siempre las cosas salen como uno espera y el día de hoy te voy a contar la historia de una de las peores reuniones a las que asistí durante estas épocas.

Como no tenía carro la opción más viable para ir a la mayoría de reuniones era encontrarme en casa de un amigo que vive en el centro de la ciudad de Barquisimeto, y de allí buscábamos la manera de irnos de cualquier forma al lugar donde se planease hacer la reunión. En este caso la reunión en cuestión era en agua viva, un sector de Cabudare, que desde el centro de la ciudad eran más de 20 km de camino, a esta reunión lo había invitado una compañera del grupo y la misma tenía como motivo hacer una fiesta sorpresa a una persona que estaba cumpliendo años que conocía la compañera, sin embargo el resto de nosotros no conocíamos a ella ni a sus amigos por lo que íbamos era a modo de "relleno".

El amigo mío muy valientemente afrontó el reto de llevarme hasta el lugar caminando, usando el transporte público y regresándonos de la misma manera. Nos alistamos y a eso de las cuatro o cinco de la tarde comenzó la aventura. Primeramente nos fuimos por toda la 20 de parques metro hasta llegar a la avenida Vargas o una zona cercana (la verdad no recuerdo bien porque en ese tiempo no conocía muchas direcciones) en ese lugar tomamos el bus y aunque costó un poco subirme si se pudo, nos sentíamos vencedores.

Cuando llegamos al sitio se comenzó a revelar la naturaleza del viaje, primeramente la casa donde iba a a ser la reunión estaba subiendo por una calle bastante empinada por lo que llegar fue el primero de los desafíos, después tuvimos que subir por allí que por cierto era un lugar de tierra entonces tampoco daba muy buenas espinas y era bastante difícil de rodar con una silla que no estaba al 100% de su capacidad.

Aún así superamos al reto, pero cuando llegamos a la casa nos dimos cuenta que para entrar a la misma había que pasar un gran lomo de tierra bastante irregular y estrecho que si no atravesábamos bien nos íbamos a caer y nos íbamos a golpear bien fuerte. Aún así el amigo mío siguiendo con su valentía y a pesar de estar bastante cansado me pasó por el lugar y finalmente entramos a la casa.

Estando en el sitio ayudamos a los que ya estaban allí a terminar de acomodar pues la cumpleañera no había llegado. Al principio todo estuvo bien, recibimos a la cumpleañera estuvo muy contenta por su sorpresa, nos presentamos y la reunión comenzó. Después de un rato notamos que a pesar de tratar de incluirnos la cumpleañera y sus amigos nos excluían de sus actividades, y allí comenzó el disgusto.

Sólo podíamos tomar y comer de las bebidas y comidas que nosotros habíamos llevado. Que dicho sea de paso no eran tantas como nos habíamos imaginado, el punto es que ya a las siete de la noche nos habíamos terminado todo y ni siquiera agua teníamos. En repetidas ocasiones le pedimos a las personas del lugar que nos dieran agua pero simplemente ignoraban nuestras peticiones. En este punto estábamos sedientos, aburridos y heridos de cierta forma pues nos habían excluido totalmente de la reunión, lo único que quedaba por hacer era dormir y esperar al día siguiente pues ya era muy tarde para tomar un transporte de regreso.

Pero vaya sorpresa, no había lugar donde dormir más que el frío suelo en una calurosa casa llena de muchos insectos como mosquitos. Fue una noche terrible que sinceramente quisiera olvidar, pero la verdad es que estas son experiencias que le quedan a uno como anécdotas divertidas ja ja ja. Al ver el primer rayo de sol lo primero que hicimos fue recoger nuestras cosas e irnos de ese lugar, pues estábamos cansados.

Creo que lo principal fue la paciencia, y gracias a los amigos que habían ido con nosotros y a su compañía habíamos podido resistir toda esa noche aunque fue bastante incómoda. Recuerdo que al llegar a Barquisimeto eran como las siete de la mañana y lo primero que hicimos fue entrar en la primera panadería que conseguimos, comprar unos panes y un refresco para poder recuperarnos. Después de comer cualquier cosa simplemente nos fuimos a la casa de mi amigo nuevamente donde nos acostamos a dormir hasta aproximadamente a las dos de la tarde.

Fotos tomadas de mi Google Photos, no son exactamente del momento pero si de la época.