Realicé, en unas vacaciones, un viaje de placer desde Mérida hasta Puerto Ordaz, en el estado Bolivar. El viaje duró aproximadamente 18 horas ya que de Mérida llegamos a Caracas y desde ahí proseguimos a nuestro destino. Fue un viaje muy fuerte porque solamente conduje yo. Mi esposa no le gusta manejar en largos viajes y mis hijos eran muy pequeños.

Mi encuentro con la naturaleza de árboles y ríos más impresionante ocurrió cundo me invitaron a conocer el parque La Llovizna, en Puerto Ordaz, Venezuela. Me hablaron de su belleza y muchas cosas más pero me sugirieron cuidar mi cámara ya que la humedad reinante podía estropearla. Pensé que era exagerado el asunto y hasta me reí un poco.

Cuando llegamos al lugar y nos adentramos al parque quedé deslumbrado ante tanta belleza verde, naturalmente verde porque se trataba de una vegetación tupida de árboles que solo mostraban la corriente de un gran río espectacular conocido como Caroní. Solo se me ocurrió sentarme en la grama y contemplar largamente este fenómeno natural verdaderamente impresionante.

_{El flujo corre en cantidades impresionantes/Fotografiá de William Muñoz La Cruz}

Luego de un rato proseguimos nuestra caminata y de nuevo otras vertientes nos detenían para su contemplación. La bruma, al acercarnos a una de stas cascadas bloqueo mi cámara y tuve que meterla bajo mi camisa para que con el calor volviera a funcionar (recordé las advertencias).

El río Caroní es controlado por la represa del Guri que genera electricidad para toda Venezuela. Imagínense el tamaño del caudal Esto verdaderamente asombra por su belleza e importancia.

_{La contemplación detallada es inevitable/Fotografiá de William Muñoz La Cruz}

Pero estar ahí contemplando toda esta naturaleza de ríos, flora, fauna y sonidos del viento contra los elementos nos adentra a la meditación y la intromisión en nuestro ser. No puede ser contemplado a la ligera ni en apuros. Hay que dedicarle todo el tiempo a estar ahí sujeto al entorno, ya que cuando venimos de los bosques de concreto lo que ocurre en este parque, aparte del agua pura, todo es naturalmente verde.