Las actividades deportivas influye positivamente en la salud física de las personas, previniendo el riesgo de enfermedades crónica como el cáncer, la obesidad, osteoporosis, enfermedades degenerativa como la demencia, alzheimer y las enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad.

Al hace ejercicio mejora mucho nuestros estilo de vida produciendo una estabilidad personal siempre y cuando tengamos presente mantener una rutina diaria, como por ejemplo caminar, montar bicicleta, por lo menos hacelo entre 5 a 30 minutos con un intensidad física media.

Trayendo beneficios para el corazón y la mente. Al realizar estos ejercicio conlleva a qué el corazón aguanté una frecuencia cardíaca un poco más reducido, cuado se hace este tipo de esfuerzo tiende que la sangre aumente con mayor frecuencia es decir que el corazón tiene mayor eficiencia utilizando menos energía.

Al desarrollar algún tipo de deporte nos contribuye a mejorar el sistema circulatorio, asiendo que llegue con más facilidad el oxigeno y nutrientes, hasta llegar a eliminar los residuos. Con estas actividades podrían ayudar a mejorar la presión arterial y reducir el número de coágulos en el interior de la arteria, previene el infarto y trombosis cerebral.

Todos tenemos presente que hacer ejercicio mejoraría nuestra salud sin embargo nos cuesta mantener una rutina diaria por falta de tiempo, la pereza y por inseguridad o solo por el simple hecho de no saber hacerlo, parece que tenemos un escusa perfecta para no realizar ninguna actividad física pero hay ocasiones que la mente jugá con uno y lo hace ver cómo una protección a dolor física.

Al comienzo de alguna actividad deportiva nos causa cansancio, dolores musculares, hay veces son una de estas razones por la que nos cuesta empezar a llevar un rutina de ejercicio y al final terminamos abandonado.

A pesar de eso hay una manera de llevar una vida más sana sin llegar a morir en el intento, hay experto psicólogo que han determinado que se necesita por lo menos 21 días para llegar a establecer un hábito de ejercicio, empezar poco a poco e ir creado una rutina diaria para que el cuerpo se adapte a este nuevo cambio, elegir una actividad física que en realidad nos guste más para tener un poco más de empeño a la hora de realizarlo y no verlo como un castigo sino como un cambio a nuestro estilo de vida.