Hoy es martes, muy de madrugada comenzó a llover, el torrente de agua vino acompañado de fuertes descargas eléctricas y de corrientes de aire que soplaron con fuerza, por mi ventana pude observar como se movía el follaje de los árboles y las gotas de lluvia caían al suelo formando charcos y estos drenaban por escorrentías hasta un préstamo que se convirtió en un agente recaudador de agua para darle continuidad al ciclo hidrológico. El sistema eléctrico se interrumpió, quedando el sector en una inmensa oscuridad.

Al levantarme di gracias a Dios por el nuevo día y le pedí el privilegio de pasar un día más al lado de mi esposa, mis hijos, nietos y demás seres queridos.

Tome sorbo a sorbo el café que mi amada esposa me preparó y un rico atol de avena que mi hija Coromoto me trajo de su casa, desayune y me puse a esperar que cesara la lluvia y saliera el sol, este apareció después de las 11am.

Fui a mi conuco y con tristeza observe que el viento me había tumbado 4 plantas de lechosa que estaban bien cargadas, algunos frutos se esparcieron por el suelo, seguramente por el fuerte impacto, los recogí y prometí que mañana con mucho cuidado los levantaría.

Llegó la hora del almuerzo, comí, repose y a las 2 pm salí a una reunión política donde se tocaría el tema de las venideras elecciones del 21 de noviembre del año en curso, al respecto se oyeron opiniones, se elaboraron planes de trabajos y se dieron responsabilidades.

Concluida la reunión regresé a mi hogar y me encontré con la sorpresa de que el sistema eléctrico a esa hora no había sido restituido a pesar de que se había interrumpido en horas de la madrugada y desde muy tempranas hora se le notifico la situación a la oficina correspondiente. Cenamos a oscura. El servicio eléctrico se restituyó a las 8,45 pm, realice trabajos en la computadora, di gracias a Dios y me acosté

Gracias por leer mi post y espero que haya sido de su agrado.

Las fotografías presentadas en este post, me pertenecen y fueron tomadas con un Samsung Galaxy J2 Prime.