El mejor día de mi 2021 fue el 3 de abril, sábado, día que quedara grabado a fuego en mi memoria, en mi retina y en mi corazón. Sin embargo, no puedo relatar la cronología de ese día si no me remito a los días anteriores. Ya se enterarán porque…

El mejor día de mi vida fue el día que emigre, una decisión que me llevo años tomar desde el 2017 cuando viaje a Europa por primera vez y si bien recorrí varios países, España me enamoro. Sentía en lo profundo de mi ser, aunque me daba pánico reconocerlo, que algún día iba a volver, volver para quedarme.

En pandemia tome la decisión de irme de Argentina, se imaginarán que contextualmente no era el mejor momento para hacerlo, sobre todo porque yo no soy ciudadana europea, así que tuve que ingeniármelas para poder viajar.
Sin embargo, comprendí que cuando un deseo es muy fuerte, no hay nada, ni pandemia, ni covid, ni contexto que impida que tarde o temprano lo realices, viento a favor o en contra…

Y así fue, ese 3 de abril mi vuelo salía alrededor de las 12 del mediodía, los días anteriores fueron caóticos en todo sentido, cuando los recuerdo todavía no sé cómo mi sistema nervioso no colapso.

En el avión, con una mezcla de sentimientos que se traducían en mi cara

Empezando por desarmar un departamento por completo, vender absolutamente todo, creo que me quede con la dignidad, un miedo padre y la valija de 23 kilos, y mi colección de libros, los cuales me costó muchísimo hacer una selección para ver con cuales “me quedaba” y cuales vendía o regalaba.

Lo que opte por hacer fue, aquellos libros que no me habían encantado los vendí, y los otros los más importantes se los regale a personas que sabía que, algo de lo que ese autor venía a decir podía calarles hondo, con una dedicatoria mía , pues así de romántica soy ¡ja!

Podríamos pensar que esa parte, la de la logística y desarmado me agoto físicamente, subir bajar, abrir, cerrar, ir, venir…
A la parte que le tenía más miedo era a el "desarmado emocional” nunca mejor dicho. Porque ver cómo la gente que te quiere, tu manada, se va desarmando a medida que pasan los días a medida que se acerca EL día que te vas, hace que inevitablemente te desarmes vos, y entres en la disyuntiva de ¿Cómo contengo a esta gente si yo estoy rota, feliz pero rota?

Lo cual te agota enormemente, porque tenés la lágrima a la orden día, haces un esfuerzo enorme por no llorar, y cuando se viene, se viene con todo, y si no sos una persona de llorar en público, les ves las caras de desconcierto ¿quién consuela a quién?

Que quilombo, mejor me quedo, pero no, a pesar de la tristeza, de la añoranza, de saber que te vas a perder de un montón de cosas, desde el día a día de los tuyos, hasta eventos como casamientos, nacimientos, cumpleaños. Esta es la mejor decisión, porque tu vida solo puede vivirla una persona, y esa sos vos.

mi vida entera y la planta que no me lleve, claro

Entonces sos testigo de cómo tu departamento se va vaciando, y por mas desapegada a las cosas materiales que seas, ves cómo cada objeto que se llevan te recuerda a un momento en particular de tu vida, y empieza a aparecer el vacío, cada vez más profundo, hasta que se llevan el sommier, y ahí te metes el romanticismo en el culo. Porque por muy romántica que seas, en algún lugar tenes que dormir.

Así que lo que hice fue, armé el edredón de invierno como si fuese un colchón y use la bolsa de dormir, esa noche dormí en el suelo. Esa fue mi manera de despedir mi departamento, quería sentirlo todo, el vacío, la dureza del suelo, los recuerdos, lo lindo y lo no tan lindo. Quería despedirme de mi vida anterior, sentirla en el cuerpo.

aunque no lo crean dormi bien

El jueves me fui a dormir a la casa de mi mejor amiga, dormí en el cuarto de mi sobrina. Quería aprovechar el máximo tiempo con ellas.

Una de las cosas que más tristeza me daba era Emilia, tengo unan relación súper especial con ella, otra mini leonina como yo, coqueta, charlatana y muy divertida. Tenía miedo que se olvidara de su tía Sol, que perdiéramos esa conexión.
Cuando emigras hay cosas que se pierden, ese es un hecho. Ojalá nunca pierda ese vínculo.

Emilia tiene un combo astrológico que me sorprende, es acuariana de sol como la madre y de ascendente en leo como yo, dos signos opuestos complementarios, lindo combo

El ultimo día, el viernes, me dedique a limpiar todo el departamento, dejarlo en condiciones, mi papá vino a ayudarme y rondando las 18 hs me paso a buscar ya con las valijas. Esa última noche dormí en su casa.

Mis padres no son padres muy demostrativos, digamos que evitan entrar en contacto con sus sentimientos. Y a mí verlos quebrados me aniquila, así que jugamos a “Sol se va de viaje un tiempo”
No recuerdo las veces que abrí y cerré la valija, y las veces que la pesé, porque tu vida completa está dentro, tu vida pesa 23k. ¡Una locura!

Creo que casi ni comí y esa noche dormí poco, me paso a buscar mi mejor amiga quien me llevo al aeropuerto porque me dijo “es muy fuerte para tus viejos” y los despedí en la puerta de su departamento, esa imagen la tengo grabada en la retina. Verlos a los dos llorando, a mi mamá apoyada sobre la pared.

¿Qué simbólico no? Se fue la persona en quien ella se sostenía muchísimo.

Con mi amiga no hubo mucho dialogo en el trayecto, no quisimos sacarnos ni una foto, tampoco la dejaron entrar al aeropuerto, fue muy duro para las dos, Marian es como mi hermana, nos conocemos hace 35 años.
Una vez que pasé las puertas del aeropuerto de Ezeiza, sentí un alivio, toda esa tensión de los últimos días me había agotado, creí que iba a poder dormir en el avión.

Nada de eso paso, viajar de día y en la fila del medio no es lo más recomendable, y si encima tenes el tapabocas 12 horas menos. No dormí absolutamente nada, llegué a Barcelona el domingo a la madrugada. Y de ahí me tome el tren hacia Manresa, ciudad en la que me esperaba otra amiga para traerme a “casa” donde vivo, en el medio del campo.

En el tren me bajo todo el cansancio, le pelee muchísimo al sueño, ¡no podía dormirme ahora ¡
Necesitaba verlo todo, absorberlo todo, sentirlo todo.
Todavía lo sigo haciendo, y aprendiendo todos los días, todo el tiempo. Sorprendiéndome a cada paso de las cosas que pasan, que me pasan, con la curiosidad de una niña, intacta, esa que me acompaña desde siempre y me mantiene en movimiento.

El mejor día de abril del año 2021, fue un sábado de otoño en el que mi sueño comenzaba a cumplirse.

vivo en el campo y me encanta, cuando llegue y vi ese árbol con flores violetas que SOLO florecen en abril no lo podia creer, el violeta es mi color preferido

mi lugar preferido de la casa, los atardeceres son mágicos

¡Gracias totales comunidad latina ¡

¡Me encanto este concurso!

Con amor,

Sol