Contar con nuestros padres es una gran bendición, su amor incondicional y su apoyo nos fortalecen.
Sumado a esto una gran pareja e hijos que son la luz de sus ojos.
En nuestros días tristes la cara de felicidad de nuestros hijos nos alivia, lo que es la inocencia de ellos.
Nuestros padres siempre tienen algo por contar y que bonito es escuchar esas historias de superación que nos motivan a seguir adelante.